miércoles, 20 de junio de 2012

TRAYECTOS

Reynaldo Mota Molina

El trayecto de las campañas presidenciales ha sido breve y accidentado. Esta circunstancia no prevista por el IFE ni por los partidos políticos, mucho menos por los candidatos, en la forma que se ha dado, es lo que más define, en la recta final, las características de éstos, de modo tal que ni las encuestas, por la manipulación de que son objeto, ni las menciones en redes sociales, por la alteración de que son susceptibles con los llamados “bots” (se refieren a una identidad virtual en línea que se utiliza para multiplicar la presencia de mensajes) y de los “trolls” (personas contratadas para realizar determinadas acciones desde un comando central y coordinadas para desplegar ataques en las redes sociales), son definitorias, sino que tienden a confundir más a quienes aún no han decidido por quién votar, en caso de que piensen hacerlo.

En estas condiciones, en el cuartel de Enrique Peña Nieto cunde la desesperación con todo lo acontecido previo y posterior al 11-M en la Ibero y particularmente, con la investigación en el Departamento de Justicia de Estados Unidos de los exgobernadores priistas Tomás Yarrington y Eugenio Hernández por lavado de dinero del narcotráfico, al grado que se ha discutido la posibilidad de substituir al candidato Peña Nieto… a estas alturas.

Andrés Manuel López Obrador, cambia y recambia su actitud de “amorosa” y tolerante a enconada y beligerante. No es que le falte razón en respuesta a los ataques malintencionados que han emprendido en su contra tanto Enrique Peña Nieto como Josefina Vázquez Mota, particularmente a partir de que se ha colocado en los primeros lugares de la contienda electoral, y están reeditando la “guerra sucia” de 2006 porque no les queda de otra. El problema es: ¿Cuál de los dos amlos gobernaría de llegar a la presidencia?, porque ataques… tendría de sobra.

En el cuarto de guerra de Josefina “es un desmadre –dice Manuel Espino que conserva cercanía con panistas prominentes– y para acabarla de amolar, no hay dinero”. La campaña de Vázquez Mota está desfondada y sin posibilidades de siquiera llegar al final de la competencia. Los calderonistas metidos a apoyarla están dedicados a quedarse con el partido; saben que no van a ganar.

El “ciudadano” Quadri logró colocar a su hijo como suplente del yerno de Elba Esther en la plurinominal; ¿pues no que ni la conocía…? Así son los políticos.

Todo esto es sintomático para el perfil del presidente que necesita México en estos momentos. El esfuerzo realizado por los universitarios del Movimiento #YoSoy132 para organizar un debate entre los presidenciables independiente de los “oficiales” es, sin duda, el mayor ejemplo de civilidad que la ciudadanía y el sistema político hayan recibido, y cuya aportación para la organización ciudadana y la participación directa en los asuntos fundamentales del país –en este caso el proceso electoral–, vislumbra un cambio definitivo en la vida democrática del país, más allá de que sólo tres de los cuatro candidatos hayan aceptado debatir; de que la transmisión vía Internet haya tenido innumerables “fallas técnicas” en todos los sitios –¿supone bloqueos oficiales?–; de la negativa de canales de televisión públicos y privados para reproducir el debate; hechos que sólo destacan la capacidad y decisión de los jóvenes para afrontar los problemas y resolverlos con éxito.

Felicidades a #Másde131 y #YoSoy132, la fuerza viva y esperanzadora de México.

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