martes, 21 de diciembre de 2010

¡INJUSTICIA!

Reynaldo Mota Molina

Es inconcebible el grado de injusticia que prevalece en nuestro país auspiciado desde el gobierno federal y extendido en todos los órganos impartidores de justicia del territorio nacional en perjuicio del ciudadano común que no tiene ni goza de los privilegios que dan el poder y el dinero coludidos con la mafia corrupta y sanguinaria que domina al país, como lo demuestra el asesinato de la señora Marisela Escobedo Ortiz que reclamaba, precisamente, justicia ante el crimen cometido en contra de su hija Rubí Marisol.

La joven fue asesinada por Sergio Rafael Barraza Bocanegra, pareja de ésta, en agosto de 2008 según su propia confesión y escrito. En consecuencia el sujeto fue detenido e indicó el lugar donde había tirado y quemado el cadáver. Sin embargo, los agentes que lo acompañaron en la diligencia no reunieron las evidencias escritas, videograbaciones, declaraciones, constancias de haberle leído sus derechos al imputado —al puro estilo americano, como en las películas y series—, formalidades que el nuevo sistema penal implementado en Chihuahua, donde se realizaron los crímenes, exige, por lo que no se reunieron pruebas circunstanciales y tampoco se ampliaron las investigaciones.

“Marisela Escobedo fue víctima de la pésima aplicación de un renovado sistema de procuración de justicia en Chihuahua, que fue ejecutado por quienes sólo conocían una obsoleta forma de recolectar pruebas, procesarlas y presentarlas, de tal suerte que dejaron a los fiscales sin un caso sólido qué presentar a los jueces. No sólo quedó libre el presunto asesino de su hija, sino que ella ahora tampoco vive para contarlo” —dice Gustavo de la Rosa Hickerson, segundo visitador a cargo de la mesa de quejas de la CEDH de Chihuahua— y agrega: “Nos dijeron que había que traer los juicios orales y adversariales. Se invirtieron millones de dólares en implementar el nuevo sistema penal que, en teoría, funciona mejor que el normal. El problema fue que dejaron intacto el sistema de procuración de justicia. Se quedaron en sus puestos los mismos policías municipales, los mismos agentes investigadores y los mismos agentes del ministerio público. Es decir, se modificó el marco normativo, pero la maquinaria operadora que investiga y acusa sigue igual. Así, cuando el acusado llegó ante los jueces, simplemente no habló. Y con tan escasos elementos probatorios, los jueces no se atrevieron a enjuiciar a Barraza y fue dejado en libertad”.

La manifiesta mediocridad del gobierno de Felipe Calderón Hinojosa se desparrama por todos los ámbitos y a su sólo paso, corrompe, contamina y causa muerte.

"Tengo amenazas por parte de él (el asesino de su hija) y de la familia —clamaba Marisela Escobedo—. Si me van a venir a asesinar que me asesinen enfrente para vergüenza del gobierno". La indignada madre de Rubí Marisol convertida en activista por la ineficacia de las autoridades, había señalado que el asesino estaba involucrado con un grupo del crimen organizado y que las investigaciones que había hecho personalmente estaban en manos de la fiscalía de Ciudad Juárez, pero afirmó, "no hacen nada".
Y efectivamente, la señora fue asesinada frente al palacio de Gobierno de Chihuahua la noche del jueves 17, mientras realizaba un plantón de protesta pidiendo justicia por el homicidio de su hija.

Los tres jueces que por unanimidad dictaron la libertad del asesino confeso —pero eso no cuenta en el nuevo sistema— han sido suspendidos en el ejercicio de sus funciones mientras se les hacen cargos como chivos expiatorios, pero no va a pasar nada; se dirá que el nuevo sistema de procuración de justicia se encuentra en etapa experimental y que se requiere la capacitación del personal para que sea eficaz, como en las series de televisión estadounidenses, en el afán absurdo de imitarlos en todo.

A lo mejor también se les ponen los ojos azules…, mientras tanto, la familia de doña Marisela continúa siendo objeto de agravios, de injusticia y de impunidad de los agresores: el incendio de la maderería de su pareja y un cuñado también asesinado...

"Puro rollo", dirá también Calderón.


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viernes, 17 de diciembre de 2010

ESTADO DE GUERRA

Reynaldo Mota Molina

Felipe Calderón Hinojosa y sus compinches, incluido Televisa, podrán seguir diciendo que van ganando la guerra contra el narcotráfico, que el camino es el correcto y que todo va bien, pero cada día las evidencias demuestran todo lo contrario y lo más grave es que también cada día aumentan la violencia y los muertos en una carrera macabra, insaciable de sangre, que parece alimentar los ánimos de unos y otros.

Ahora le ha tocado a Michoacán, precisamente la tierra de Calderón, con enfrentamientos que han durado más de veinticuatro horas con un número indeterminado de víctimas en un hecho por de más evidente de que la narcoinsurgencia está desatada, propiciada por la torpeza y la irresponsabilidad del gobierno de Felipe Calderón desde que en mala hora se apoderó de la presidencia de México mediante un acto fraudulento.

Felipe Calderón Hinojosa admitió que había cometido un error de cálculo sobre la profundidad y amplitud de la corrupción y también sobre la penetrante influencia del narcotráfico en México, que estaba más allá de toda comprensión, informó el ex mandatario español José María Aznar al embajador de Estados Unidos en Madrid, Eduardo Aguirre, después de una reunión que sostuvieron Aznar y Calderón en 2007, según una filtración de WikiLeaks a principios de este mes.

El hecho es que el país se encuentra en virtual estado de guerra, es decir, no la “guerra” de mentiritas declarada por Calderón al narcotráfico sino la que viven cientos de miles de personas que no salen a la calle por temor a ser masacradas impunemente; las que no envían a sus hijos a la escuela por ese mismo temor; las que abandonan sus casas, colonias, pueblos y ciudades por ese mismo temor. Un “estado de excepción” real impuesto por voluntad propia o por voluntad de la narcoinsurgencia.

“Señor Chango Méndez déle duro al gobierno federal, pero, por favor, no involucre a civiles quemando carros que nada tienen que ver”, se leía en la manta colocada en la escultura Las Tarascas, uno de los monumentos emblemáticos de la capital michoacana ubicada a sólo unas cuatro calles del domicilio de la madre de Felipe Calderón.

La Familia Michoacana, el cártel en contra del cual el gobierno calderonista dirigió la embestida a través de la Policía Federal, en forma imprevista fue repelida por el cártel al grado que tuvo que recurrir a los refuerzos militares. El cártel “ha llenado vacíos que el Estado mexicano propició y fue dejando solos territorios completos, abandonando su responsabilidad ante la sociedad” —dice el senador Silvano Aureoles Conejo, vicecoordinador del PRD—. "Te habla que estos grupos de la delincuencia fueron creando base social; han creado base social…”. Esta es una de las causas por las que la población apoya y protege a los miembros del cártel.

Existe la creencia que el objetivo del operativo policiaco fue “limpiar” la zona michoacana para facilitar el empoderamiento de Luisa María Calderón Hinojosa en el estado para el 2012, hermana de Calderón, pero lo que está sembrando es una zona minada de consecuencias imprevisibles.

Para más, diplomáticos estadounidenses calificaron a las fuerzas armadas mexicanas de torpes, descoordinadas, anticuadas, burocráticas, parroquiales y con aversión al riesgo, en cables confidenciales de este año filtrados por WikiLeaks, en los que se estima que Felipe Calderón enfrenta un complicado ambiente político y económico, así como la incapacidad de frenar la violencia del narcotráfico y la visible tensión entre las ramas castrenses. “Las instituciones de seguridad están entrampadas en una competencia de suma cero, en donde el éxito de una agencia es percibida como el fracaso de otra, la información es mantenida aparte y casi no hay nada que se pueda llamar operación conjunta. La corrupción oficial es extendida… las tasas de fiscalización para delitos relacionados con el crimen organizado son lamentables; sólo dos por ciento de los detenidos son enjuiciados”.

¿Cuál es el fin?
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jueves, 9 de diciembre de 2010

"LOS SEÑORES DEL NARCO"

Reynaldo Mota Molina

Todavía no está en circulación el libro “Los Señores del Narco” de la periodista Anabel Hernández, de la revista electrónica Reporte Índigo, y ya ha recibido amenazas de muerte presuntamente por parte de Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública y de Luis Cárdenas Palomino, Coordinador de Inteligencia para prevención del delito de la Policía Federal Preventiva —quien por cierto, estuvo involucrado en la extorsión y asesinato de Raúl Salinas de Gortari en 2004 y en otros homicidios, y es aspirante al mando de la policía nacional que pretenden imponer el propio García Luna y Felipe Calderón Hinojosa— según advirtieron a la periodista agentes de la AFI quienes son testigos de la presunta instrucción de dichos funcionarios para su “desaparición” simulando un accidente, un robo mal hecho o un secuestro fallido.

El caso es que en dicho libro se evidencian cuestiones sumamente delicadas de la vinculación de funcionarios del más alto nivel con poderosos jefes del narcotráfico. Un botón de muestra: Juan Camilo Mouriño(†), siendo Jefe de la Oficina de la Presidencia, instruyó al general X poner en paz a los cárteles de la droga. En enero de 2008 Mouriño fue nombrado secretario de Gobernación, pero su encomienda seguía vigente con el conocimiento del secretario de la Defensa Nacional, general Guillermo Galván Galván.

El general X, acostumbrado a entablar relaciones con los diferentes grupos del narcotráfico por encargo oficial, en 2008 comenzó a tocar puertas de los protagonistas de la guerra entre narcos a lo que la mayoría respondió, como fue el caso de El Chapo Guzmán.

Durante un encuentro entre ambos personajes el general X preguntó a El Chapo cuánto le costó su evasión de la cárcel de máxima seguridad de Puente Grande en 2001: “La libertad no tiene precio”, fue su respuesta. Ante la pregunta de cómo logró salir del penal, el narcotraficante dio algunos antecedentes de cómo recibió ayuda desde 1995 por órdenes de la Secretaría de Gobernación y responsabilizó a tres figuras de la política y la seguridad pública de México: El teniente coronel, exgobernador de Quintana Roo, Joaquín Ernesto Hendricks, el exprocurador General de la República, Rafael Macedo de la Concha y Jorge Enrique Tello Peón, entonces subsecretario de la Secretaría de Seguridad Pública y hoy asesor de Felipe Calderón Hinojosa en materia de seguridad pública.

Lo anterior y todo el contenido del libro está sustentado y es resultado de la investigación periodística de Anabel Hernández realizada durante los últimos cinco años y, por lo visto, derrumba estrepitosamente la cantaleta oficial de que el gobierno calderonista no negocia con la delincuencia organizada.

La periodista, ante las amenazas recibidas, solicitó a la CNDH que las autoridades respectivas salvaguarden su integridad física y la de su familia y presentó una querella de tipo penal ante la Procuraduría del Distrito Federal, en virtud de que no confía en la federal, ante lo cual la SSP ofreció a través de dicha Comisión de Derechos Humanos —hecho insólito— implementar medidas cautelares incluso con escoltas, mismas que Anabel Hernández rechazó porque no confía en el personal que la tiene amenazada de muerte.

El general X, llamado así por la periodista en “Los Señores del Narco” por precaución, debido a las implicaciones de las fuentes vivas directas, resulta ser, de acuerdo con la revista Proceso, el general Arturo Acosta Chaparro, hombre clave en la matanza de Tlatelolco en 1968, el Halconazo en 1971 y las desapariciones forzadas durante el gobierno de Luis Echeverría, obediente emisario de los gobiernos de Fox, incluyendo a Marta Sahagún y sus hijos, y de Felipe Calderón Hinojosa.
Escuche usted la entrevista de Carmen Aristegui a Anabel Hernández sobre el particular.
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lunes, 6 de diciembre de 2010

AHORA CONTRA PROCESO

Reynaldo Mota Molina

Bastó que el reconocido periodista Ricardo Ravelo de la revista Proceso, especialista en asuntos del narcotráfico y de la delincuencia organizada, publicara un artículo en la prestigiada revista de corte internacional sobre un evento familiar en el que convivieron Felipe Calderón Hinojosa y Sergio Villarreal Barragán “El Grande”, narcotraficante recientemente aprehendido y convertido en testigo protegido de la PGR, para que toda la fuerza del gobierno calderonista literalmente se echara sobre ambos —Ravelo y Proceso— a través de la poderosa fuerza mediática que mueve Televisa.

La publicación del periodista revela que: “De acuerdo con la averiguación previa PGR/SIEDO/UEITMIO/0992010/2010, ‘Mateo’ (nombre clave asignado al narcotraficante) reveló que en septiembre de 2006 conoció a Felipe Calderón cuando ya era presidente electo. Ese día, durante el bautizo de Elsa Anaya, hija del senador panista Guillermo Anaya Llamas, el anfitrión los presentó”.

“Según el testigo protegido, Anaya Llamas y Calderón son compadres y durante ese convivio el senador le comentó a Calderón durante la presentación: ‘Cualquier cosa que se ofrezca, queda a sus órdenes’. El presidente contestó: ‘igualmente”.

Sergio Villarreal Barragán, El Grande, comenzó a rendir testimonios sobre la vinculación de funcionarios con los cárteles de la droga luego de que fue aprehendido pero supo negociar con las autoridades para ser incorporado al programa de testigos protegidos. Marisela Morales Ibáñez aceptó la propuesta del detenido debido a una orden dictada “desde arriba” y se le asignó el nombre clave de “Mateo”.

El narcotraficante habló también de otros asuntos relacionados con la operación del narcotráfico y de las líneas de parentesco que unen a su familia con la del senador Anaya Llamas: Su hermano Adolfo estuvo casado con Elsa María Anaya Llamas, hermana del político panista y dijo que las familias “siempre han mantenido relación de amistad y de negocios”, a pesar de que Elsa María y su hermano llevan años de vivir separados.

A partir de ese momento el gobierno de Calderón en contubernio con el aparato Televisa —televisión y radio— emprendieron una campaña de desprestigio en contra de Ricardo Ravelo y de Proceso en programas y noticieros de horarios estelares mediante montajes de videos con dicho testigo protegido cuestionando la ética, la veracidad y el profesionalismo de ambos, en un burdo y nuevo ataque a la libertad de expresión y al derecho a la información veraz de los mexicanos. Los lacayos “estelares” de Televisa, conózcalos bien: Joaquín López Dóriga, Carlos Marín, Sergio Sarmiento, Ciro Gómez Leyva, Denisse Maerker y Adela Micha, obedeciendo siempre la voz del amo.

En tanto la “colombianización” de México sigue inexorable su curso debido a las pifias de Felipe Calderón. Edgardo Buscaglia, experto en Seguridad, catedrático y analista internacional, reitera una vez más que estos mismos procesos los han vivido Colombia y Rusia, por ejemplo. Cuando algunos periodistas o medios independientes de los gobiernos mafiosos denuncian hechos de altos funcionarios relacionados con el crimen organizado inmediatamente son asesinados física o profesionalmente. Existen miles de formas para hacerlo.

Recordemos el caso de MONITOR, el noticiario de José Gutiérrez Vivó, “Comprometido con la Verdad” —una institución periodística ejemplar; innovadora en la forma de hacer y dar la información a la población, cuyos formatos copiaron la radio y la televisión— que desde que Calderón era “presidente” electo tenía castigado al noticiario restringiendo la publicidad oficial —que es vastísima—, minando la publicidad comercial, solapando a la mafia radiofónica para que no pagara sus adeudos a MONITOR hasta, finalmente, armar un entramado fiscal-laboral-sindical, con lo que institucionalmente dieron muerte al mejor y más creíble noticiario de México.

¿Será el mismo destino del “Periodismo sin Concesiones” de la revista Proceso?

Por lo menos esta vez debemos unirnos para evitarlo. ¡NO ES JUSTO!
Escuche usted la entrevista de Carmen Aristegui a Edgardo Buscaglia, experto en Seguridad, catedrático y analista internacional, sobre el particular en la 2a. parte; la 1a. se refiere a los cables sobre México filtrados por WikiLeaks .
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lunes, 29 de noviembre de 2010

CUENTAS CLARAS

Reynaldo Mota Molina

Poco se ha precisado acerca del despilfarro que ha significado la “celebración” del Bicentenario de la Independencia y del Centenario de la Revolución por parte del gobierno de Felipe Calderón Hinojosa que se efectúa en medio de la tremenda crisis económica que vive la mayoría de los mexicanos pero que el gobierno trata de ocultar como información reservada del Banco del Ejército, fiduciario del Bicentenario, por doce años, como si tratara de un asunto que pone en riesgo la seguridad nacional.

Sin embargo, gracias a la investigación especial del periodista José Víctor Rodríguez Nájera de Noticias MVS se pudo conocer, a través del noticiario de Carmen Aristegui, la realidad de los ingresos y egresos de los fastuosos festejos consistentes en encuentros culturales, presentaciones en el Zócalo de la ciudad de México, luces, sonido, espectacularidad para el entretenimiento efímero.

En noviembre de 2007 el gobierno calderonista inició el Fideicomiso Bicentenario, ex profeso para dichas “celebraciones”, con 50 millones de pesos y recaudó hasta el 30 de septiembre pasado 8 mil 158 millones de pesos (mp), con un rendimiento de 298 mp.

Según la información oficial el costo de las “celebraciones” fue de 2 mil 971 mp. pero la realidad es que se gastaron 4 mil 393 mp. según consta en documentación oficial de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP); la diferencia entre ambas cantidades, es decir, 1 mil 421 mp. se gastó tan sólo en los 45 días previos a la noche del 15 de septiembre sin que el gobierno de Felipe Calderón haya informado nada al respecto.

Al 30 de octubre pasado quedaban disponibles, por tanto, 3 mil 765 mp. que ante la opacidad con que se ha manejado este fondo y las mentiras del gobierno federal nadie conoce su destino.

El resultado del gasto es lamentable, excesivo, opaco y malo en términos generales, coinciden en reconocer diversos analistas como Sergio Aguayo del Colegio de México.
Para muestra, algunos otros datos:

A Instantia Productions, especialista en la organización de espectáculos para olimpiadas, se le pagaron 580 millones de pesos por logística de la danza, música y espectáculos públicos. En dichos eventos del desfile del 15 de septiembre participaron 7 mil VOLUNTARIOS de todo el país, de los 73 mil 124 que se inscribieron en la convocatoria “Yo sí me apunto” de Alonso Lujambio, secretario de Educación Pública y último comisionado de los festejos.

A la empresa francesa de talento extranjero Royal de Lux, encargada de las marionetas gigantes que se presentan en Guadalajara, Jalisco, con motivo de las mencionadas “celebraciones”, se pagaron 88 millones 667 mil 360 pesos además de su traslado a México, 3 mil 500 cuartos de hotel, flete internacional marítimo de 30 toneladas de equipo vía Veracruz-México-Guadalajara, traslados, hospedajes, 35 mil raciones de alimentos aproximadamente, desde el pasado mes de abril en que iniciaron los trabajos de construcción de escenarios, armando de marionetas, ensayos, puestas en escena y demás actividades inherentes.

Felipe Calderón Hinojosa en mayo de este año ofreció su palabra de que los recursos del Bicentenario serían transparentes, sin embargo, esta información se obtuvo por otros medios, con colaboradores, y no a través de los organismos de transparencia que no proporcionan la información o las solicitudes respectivas están pendientes de respuesta, pero todos tenemos derecho a conocer cuánto ha costado todo esto a los mexicanos, que somos quienes lo pagamos.

Y el remanente de 3 mil 765 millones de pesos, ¿en dónde está? ¿Dónde quedó la bolita…?
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lunes, 22 de noviembre de 2010

RESACA “BICENTENARIO”

Reynaldo Mota Molina

Pasados los “festejos” que debieron ser conmemoraciones de dos sucesos trascendentales de la vida nacional —la Independencia y la Revolución— para reflexionar sobre los motivos, los eventos mismos en su desarrollo y las consecuencias, pero sobre todo, sobre las experiencias de estos para rectificar y definir rumbos de la nación mexicana a doscientos y cien años de distancia respectivamente, aún se conserva la polémica de si teníamos o no algo qué “celebrar” por ellos.

La oportunidad de profundizar sobre estos temas involucrando a la gente para tratar de entender dichos fenómenos, aprender de sus enseñanzas y visualizar alternativas de nuevos derroteros para la conducción del país que redundara en una mejor calidad de vida de la ciudadanía en general, se perdió en la banalidad y el despilfarro del gobierno calderonista que no supo, ni quiso, ni pudo afrontar ambos poderosos acontecimientos, que más para mal que para bien le correspondió enfrentar, y se salió por la tangente más fácil y costosa: el “show”, ante el regocijo popular.

Si se trata de la Independencia que encabezó el cura Miguel Hidalgo y Costilla bajo el plan revolucionario del doctor Manuel Iturriaga de Querétaro, que consistía básicamente en propagar la inconformidad con los españoles y rechazar la idea de que la Nueva España quedara sometida a los franceses —ante la reciente invasión napoleónica de España—, el gobierno sería ejercido a nombre de Fernando XII por una asamblea de representantes. Descubierta la conjura, la mañana del 16 de septiembre de 1810 Hidalgo hizo tocar el esquilón de la parroquia de Dolores, Guanajuato, y desde el pórtico se dirigió a la multitud en estos términos: “Este movimiento tiene por objeto quitar el mando a los europeos…, que se han entregado a los franceses y quieren que corramos la misma suerte, lo cual no debemos consentir jamás. ¡Viva la Independencia! ¡Viva la América! ¡Muera el mal gobierno!”

Sobre la figura de don Miguel Hidalgo se han tejido —sobre todo con motivo del “festejo” del Bicentenario— mil y una versiones acerca de su conducta como sacerdote de la Iglesia católica, más para desprestigiarlo —quién sabe con qué fines— que para conocer la verdad de los hechos que constan en algunos libros de historia que no ocultan los haberes y deberes del cura insurrecto.

Si se trata de la Revolución, es mucho más compleja, y los próceres y los caudillos por lo general son igualmente desprestigiados o disminuidos en sus virtudes por los conservadores de la derecha incrustados en el gobierno, en la clase política, en la clase empresarial y en el clero. Sin embargo no es un hecho aislado o desconectado de la guerra de Independencia, que por las vicisitudes ocurridas durante los primeros cien años, no logró traer paz ni justicia, pero sí librarnos de las intervenciones francesas y americanas…, bueno… Tampoco acabar con el mal gobierno; sólo cambió de manos.

Tanto la “bola” que se encendió en Cananea, Sonora, como la Revolución que incendió al país perseguían la justicia social como fin primordial ante el hartazgo del sometimiento y la injusticia popular. El costo fue de más de un millón de muertos.Cierto es que se obtuvieron reivindicaciones importantes, como dicen algunos: la seguridad social —aunque ande ahora de patas arriba—, la educación pública —más bien, pseudoeducación—, cierto desarrollo económico y social —que hoy está en picada—, en fin, estamos de acuerdo con estos ejemplos pero con dichas salvedades.

Con esta perspectiva concluimos, sin escatimar virtudes ni defectos, que después de doscientos años de Independencia de España, a causa precisamente de los malos gobiernos, seguimos siendo dependientes no solamente de España sino de Estados Unidos, de otros países de Asia y Europa y de los organismos económicos mundiales a los que los gobiernos de México y particularmente los panistas de Fox y Calderón —y más señaladamente este último— se han sometido vilmente comprometiendo la economía, la riqueza natural, el territorio y el futuro de México con sus ciento y pico de millones de habitantes a cambio de las prebendas exclusivas de las élites política, empresarial y eclesiástica.

Esto enlaza la injusticia económica y social que priva en nuestro país desde hace mucho más de cien años de la Revolución —lo mismo que el hartazgo—. Sin embargo, reconocemos las “buenas intenciones” —intereses políticos de por medio— de la expropiación petrolera, el reparto agrario, el desarrollo económico y social de los años 1946-1958 y el funcionamiento aceptable de las instituciones gubernamentales hasta entonces, productos o reivindicaciones de la Revolución mexicana.

Con el gobierno de Adolfo López Mateos (1952-58) terminó el proceso revolucionario. Gustavo Díaz Ordaz, que lo sucedió, truncó el proceso estabilizador que tenía buenos resultados para la población en términos generales y a partir de Luis Echeverría Álvarez sobrevino la debacle social, política y económica; la impunidad y la corrupción, que nunca han abandonado al país desde que fueron instauradas por los españoles durante la conquista y la Colonia y que los gobiernos panistas han llevado hasta el infinito y más allá…

El PRI capitalizó la Revolución desde sus ancestros hasta hoy en día; la institucionalizó y la esgrimió para sus estrategias y beneficios partidistas sin que ya nada tenga que ver con aquella premisa de justicia social y económica para la población. El PAN busca recovecos dónde acomodarse en la “revolución de Madero” porque dice que es su esencia…, tal vez por la cuestión de las familias adineradas, pero nada más.

Después de esta pincelada de reflexión sobre si teníamos o no algo qué celebrar con motivo del Bicentenario y del Centenario, vemos que francamente hoy, no tenemos nada qué celebrar… “Hubo un tiempo que hubo, y luego ya no hubo más…” dice la canción de Mono Blanco, porque sobre todo a partir de Carlos Salinas de Gortari hasta Felipe Calderón Hinojosa, todas las calamidades que HOY vive México y que ya no hay espacio para repetir, tienen postrado, empobrecido, amenazado, dividido y sin futuro al pueblo mexicano y son responsabilidades directas de sus gobiernos.
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domingo, 14 de noviembre de 2010

CENTENARIO DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA

Reynaldo Mota Molina

Los gobiernos panistas —Fox y Calderón— han hecho y siguen haciendo todo lo posible por diluir el poco espíritu de identidad nacional que queda en el pueblo mexicano a causa de la socavación de los valores que éstos y los gobiernos priístas han hecho sobre los que en alguna época fueron motivo de verdadero orgullo de ser mexicano. Si la conmemoración —¡festejo! le llamó la frivolidad panista— del Bicentenario de la Independencia de México fue “flor” de un día, o más bien de una noche, la del 15 de septiembre, sólo para justificar el despilfarro de más de 3 mil millones de pesos cuyo gasto permanecerá oculto durante 12 años por el Banco del Ejército (Banjército), fiduciario de dicha celebración, que fue un “show” montado por la empresa extranjera Instantia Productions, propiedad de Marco Balich y Ric Brich, especialistas en la organización de espectáculos para olimpiadas y al cual el simple mortal tuvo que conformarse con ver en las pantallas televisivas chicas o grandes porque todos los lugares del zócalo capitalino estuvieron reservados exclusivamente para empleados de confianza del gobierno panista, funcionarios e invitados especiales cuyo acceso estuvo férreamente controlado…

Bueno, a lo que vamos es a la conmemoración, digo, “celebración” del Centenario de la Revolución mexicana que, para empezar, fríamente calculada fue cambiada de fecha. Resulta que en lugar de ser el 20 de noviembre —como sucedió hace 100 años—, ahora es el día 15 con la carnada de un atractivo “puente” laboral, al que la burocracia está tan acostumbrada, para que el ciudadano común se distraiga y ni se acuerde que hace un siglo un puñado de hombres bien intencionados iniciaron un movimiento revolucionario con el ideal de lograr justicia social y equidad en la riqueza económica.

Envueltos en pañales de seda los panistas nacieron en contra de las reformas liberales de Lázaro Cárdenas, o sea, la contrarrevolución. En el primer Consejo Nacional del PAN estuvieron tres miembros de las huestes del usurpador Victoriano Huerta —tal vez de ahí proviene el gran monumento disfrazado del traidor Benjamín Argumedo—. La Escuela Libre de Derecho, de donde es egresado Felipe Calderón, es de origen porfirista.

Con estos antecedentes, la estrechez —por no decir nula— visión de Estado de Calderón, la incapacidad, su aversión al pueblo mexicano, la irresponsabilidad, indolencia y la corrupción de su gobierno ¿cómo puede concebir una conmemoración digna de los hombres y mujeres que ofrendaron su vida por un país mejor y plantear, siquiera, la posibilidad de un plan de desarrollo integral?

¡Vamos!, si no le importa llevar en su cuenta 30 mil muertes violentas por manos impunes bañadas de sangre…
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XXI FIESTA ANUAL DEL HUAPANGO


ENCUENTRO DE LAS HUASTECAS


26, 27 y 28 de noviembre, 2010.


AMATLAN, VERACRUZ


¡ALLÁ NOS VEMOS!

martes, 9 de noviembre de 2010

LOS JÓVENES EN MÉXICO

Reynaldo Mota Molina

En los últimos días, semanas, meses y años nos enteramos por distintos medios que cualquier número de jóvenes son asesinados en Ciudad Juárez, Matamoros, Tijuana, Monterrey, Morelia, Acapulco, la ciudad de México, en cualquier parte del país, por comandos armados con calibres de alto poder y trajes camuflados, de tal modo que se ignora si eran sicarios de los cárteles de la droga o fuerzas del orden del gobierno federal. Jóvenes mueren también en los enfrentamientos entre éstas y el crimen organizado, en los retenes y en el fuego cruzado entre unos y otros.

De cualquier lado las víctimas y los victimarios son en su gran mayoría jóvenes, incluso adolescentes, que mueren impunemente en esta guerra estúpida de Felipe Calderón porque no hay autoridad alguna en México que castigue a nadie debido al contubernio que existe en todos los niveles de gobierno, federal, estatal y municipal, y la delincuencia organizada. Ahí está el caso —para muestra— de la exprocuradora de Justicia del estado de Chihuahua, Patricia González Rodríguez y todos los involucrados.

Los jóvenes y los menores se ven arrastrados por esta vorágine a cualquiera de las vertientes porque prácticamente no hay alternativas para ellos. El sistema de gobierno en nuestro país está diseñado desde hace mucho tiempo para limitar la educación de calidad en todos los niveles, desde la Primaria hasta la Universidad, y no existen planes de desarrollo específicos, coordinados y organizados, en los que los jóvenes tengan oportunidad de desarrollarse integralmente y los prevenga de los efectos nocivos: la migración, las drogas, el alcoholismo, la depresión, la delincuencia y la muerte temprana.

¿Cómo rescatarlos? Mediante la educación, la ciencia y la tecnología, según la opinión de los expertos. Ese es el camino probado. Alemania, Corea del Sur y Japón hallaron de ese modo la prosperidad tras la devastación de la guerra. Pese a contar con escasos recursos naturales, desarrollaron industrias pioneras en sus diferentes ramos y hoy gozan de un nivel de vida muy superior al mexicano. China, India y Brasil se han situado como potencias emergentes porque usaron sus recursos naturales y su mano de obra barata no para vivir por siempre de la venta de materia prima o de la maquila, sino para invertir en técnicos y científicos que hoy les han permitido desarrollar su propia e incipiente economía del conocimiento.

¿Qué tienen los jóvenes de aquellos países que no tengan los jóvenes mexicanos? ¡Ah! Es cierto, su gobierno…
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A LA MEMORIA DE HEIDI CHEMIN BÄSSLER

Reynaldo Mota Molina
Antropóloga e Investigadora Social, nacida en Ulm Danubio, Alemania, Heidi llegó a la región Xi’ui o Pame en 1972 con la intención de realizar un doctorado en Antropología sobre esta etnia. Era la época en que la existencia de dicho grupo era prácticamente desconocida en el mundo; su fascinación fue tal que cohabitó con la zona de la pamería durante algo más de 34 años y se convirtió en gestora de infinidad de beneficios y servicios para la población Pame que todavía hoy disfruta.

Entre algunos de estos beneficios se encuentra la introducción de agua potable, baños y lavaderos en Vicente Guerrero, Rayón y Santa Catarina; primer camino de terracería a Santa María Acapulco por Encinillas; Registro del Templo de Santa María de la Asunción; Construcción de escuelas, clínicas Conasupo-Imss; Primeros albergues para indígenas en Ciudad de Maíz, Alquines, La Palma, Tamasopo; Formación de maestros bilingües; Provisión de médicos y medicinas; Becas para alumnos pames de educación primaria; Juguetes y utensilios de cocina, materiales para construcción, apoyos económico, educativo, recreativo, etcétera; Formación de promotores bilingües y culturales; Establecimiento de talleres de artesanías de fibras de palma, junco, sotol y de madera, habiendo logrado compenetrarse, como nadie, al mundo autóctono Pame, que es celosamente guardado.

Entre otros importantes estudios publicó el libro “Los Pames septentrionales de San Luis Potosí” y algunas otras publicaciones y artículos como “Sobrevivencias precortesianas en las creencias de los pames del norte”, “La Fête des Morts chez les Pames Septentrionaux de San Luis Potosí, Mexique”, “Los Pames, Baluartes de la Resistencia Indígena en Querétaro”, “Los indígenas pames de Querétaro”. Las Capillas Oratorio Otomíes de San Miguel Tolimán, Recetario pame de San Luis Potosí y Querétaro –Cocina Indígena y Popular; guiones radiofónicos sobre los pames de Querétaro y de San Luis Potosí.

A su partida, Heidi quiso que sus cenizas fueran depositadas en el panteón de Santa María Acapulco; fueron acompañadas por la población y en emotivo acto las señoras pasaban, una a una, a despedirse conforme al ritual Pame y a mostrar su pesar a “Nnam’Chemina”, como cariñosamente le llamaban.

domingo, 31 de octubre de 2010

“VICTIMIZACIÓN DE CIVILES”

Reynaldo Mota Molina

El inminente contubernio “por la discreción” que formalizarán la Cámara de la Industria de Radio y Televisión (CIRT) y el gobierno de Felipe Calderón seguramente trata de ocultar, entre otras cosas, la “victimización de civiles”, como empieza a identificarse en Estados Unidos, al creciente número de civiles muertos en la mal dada guerra de Calderón contra el narcotráfico con resultados absolutamente contraproducentes. Las recientes cinco masacres en menos de una semana que incluyen trabajadores y obreras de maquiladoras en Ciudad Juárez, los granadazos en pleno centro de Zapopan, Jalisco, los muertos en Tepito, Distrito Federal, sin considerar la emboscada a policías federales también en Jalisco, así lo evidencian. El número de muertos en esta guerra estúpida alcanza ya la cifra de 30 mil, si no es que más…

Naturalmente Calderón insiste en minimizar la muerte de civiles argumentando, sin ningún sustento, que la mayoría de dichos muertos son criminales y fuerzas del orden, sin embargo, la percepción generalizada fuera del país y la tendencia de los observadores internacionales lo desmienten; por ejemplo, la Cruz Roja Internacional asegura que se invirtió la relación entre muertes de civiles y soldados en guerras irregulares como ésta. En la Primera Guerra Mundial moría 1 civil por cada 9 soldados; hoy mueren 10 civiles por cada soldado, y el gobierno de Felipe Calderón lo que hace es tratar de diluir esta realidad.

En Tratados internacionales como la Convención de Ginebra, de los que México es parte por haberlos suscrito, en los Protocolos de Instrumentos Adicionales se destaca la responsabilidad del gobierno de garantizar protección a la población civil en conflictos armados, como es el caso que estamos viviendo en nuestro país y, sin embargo, ni gobierno, ni congreso, ni legislador alguno, hacen ni dicen nada, para imponer límites a la manera de conducir el conflicto, contribuir a salvaguardar a las personas atrapadas y dar un giro, un golpe de timón, que lleve verdaderamente a atacar frontalmente al crimen organizado con menos víctimas inocentes.

Se trata —insistimos, uniéndonos a la voz de los especialistas— de cerrar el flujo de lavado de dinero, de intervenir las empresas pantalla en donde los diversos cárteles manejan su patrimonio económico y financiero. El gobierno calderonista tiene el detalle de todas ellas, sabe cuáles son y en dónde están, a quiénes pertenecen y cuánto manejan, pero la gran corrupción que lo domina lo tiene maniatado y, sin embargo, es por donde debe empezar; realizar un acuerdo entre todas las fuerzas políticas para tal efecto y poder actuar, pero ante todo, tener voluntad…

¿Qué espera Felipe Calderón? ¿Que la violencia aumente aún más como sucedió en Colombia, en Rusia, en Italia y en otros países? ¿Que el crimen organizado masacre a media Corte de Justicia como sucedió en Colombia o a demoler edificios con coches bomba con la mitad de la clase empresarial adentro? ¿O misiles dirigidos a aviones con políticos o empresarios del más alto nivel? Este tipo de violencia tiene su evolución como una enfermedad social; el doctor Edgardo Buscaglia, de quien hablamos con frecuencia en este espacio, lo ha dicho desde el 2007 y las cosas van sucediendo como lo pronosticó desde entonces, si el gobierno no hacía lo necesario para evitarlo, y no lo ha hecho.

El gobierno de Felipe Calderón no tiene, ni ha tenido la visión, ni la valentía, ni la honestidad para afrontar debidamente el problema del crimen organizado y es la población civil que, siendo ajena a la estúpida guerra, es quien paga las consecuencias mientras el mapa de la narcoinsurgencia se extiende impunemente en el país y la victimización de los civiles aumenta.

¿Qué sigue…?
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SON RAIZ


CITLALTEPEC, VERACRUZ

12, 13 Y 14 de noviembre, 2010.



SEXTO ENCUENTRO NACIONAL DE

INTÉRPRETES Y PROMOTORES DE LA

MUSICA TRADICIONAL MEXICANA


¡NO FALTES!

martes, 26 de octubre de 2010

"ACUERDO POR LA DISCRECIÓN"

Reynaldo Mota Molina

Con el fin de acallar el estruendoso fracaso de la “guerra” de Felipe Calderón contra el narcotráfico y, en consecuencia, del crimen organizado, en vísperas electorales se cocina un acuerdo entre los empresarios de radio y televisión antes de que concluya el año: “un acuerdo por la discreción que guíe nuestra labor informativa, un compromiso por los medios electrónicos de comunicación para recuperar la estabilidad y el orden” según manifestó Karen Sánchez Abott, presidenta de la Cámara de la Industria de Radio y Televisión (CIRT) ante Calderón, durante la clausura de la 52 Semana Nacional de la Industria de Radio y Televisión.

Por su parte, Felipe Calderón dijo que corresponde a los propios medios cuestionarse y definir el rol que pueden jugar en el desafío que representa la violencia, con políticas, objetivos y criterios orientados a la consecución de la paz, y arremetió contra quienes cultivan sistemáticamente —dijo— el desaliento entre los mexicanos. ¡Ahora resulta…!

Haciendo eco, la Secretaría de Gobernación manifestó su beneplácito por este impulso y enfatizó: “Debe ser un esfuerzo por informar con veracidad, mesura y objetividad los hechos relacionados a las confrontaciones entre organizaciones criminales y de éstas con las instituciones del Estado”.

De dos entes que están confabulados desde siempre para manipular la información “veraz, oportuna y transparente” sólo puede interpretarse esto como una medida más para acallar las voces, nunca suficientes, de los periodistas y analistas que expresan más o menos libremente lo que verdaderamente acontece en el país no solamente en el terreno de la inseguridad y la violencia, sino en el político, el económico, el legislativo, el de justicia, el social, en suma, el entorno completo en el que viven 110 millones de mexicanos.

Tal acuerdo empujado desde la CIRT tiene un tufo de censura auspiciado por el gobierno calderonista para nuevamente tratar de tapar el sol con un dedo y de este modo “contribuir a recuperar la estabilidad y el orden en el país”.

O sea que ¿“callando”, por ejemplo, la nueva masacre de Ciudad Juárez con 12 muertos y más de 10 heridos a manos de encapuchados con uniformes oscuros y con armas largas, que irrumpieron en una celebración y dispararon contra los asistentes de manera indiscriminada; la nueva matanza de trece internos en un Centro de Rehabilitación de Tijuana, Baja California, a manos de un comando armado, más las otras dos masacres en lo que va de este año, y con una violencia de más de 7 mil muertes tan sólo en Ciudad Juárez en 2010 según la Procuraduría Federal de la República (PGR), se acaba el problema?
¿Dónde andan los tontos inútiles…?
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martes, 19 de octubre de 2010

REFERENCIA OBLIGADA

Reynaldo Mota Molina

El salvamento de los 33 mineros chilenos del yacimiento San José en Atacama, república de Chile, es referencia obligada con lo sucedido en la minera México de Pasta de Conchos, Coahuila, por más que algunos corifeos del gobierno de Felipe Calderón se desgañiten en asegurar que son situaciones incomparables: Que si aquella es una mina de materiales sólidos como el cobre y ésta de materias frágiles como el carbón, rodeado de elementos gaseosos; que si aquel fue un derrumbe y ésta una explosión; que si en fin, todas las evasivas posibles con tal zafarse la responsabilidad del rescate de 63 vidas humanas.

La cuestión está en la ACTITUD humana, política y empresarial. En Chile, como ya es sabido, la actitud del presidente Sebastián Piñera fue determinante: “Sálvenlos al costo que sea”, fue la orden contundente y todo giró en torno a ese eje. Así se diseñó la estrategia, la ingeniería y todo lo concerniente para preservar la vida, en primer lugar, de los mineros atrapados a casi 700 metros de la superficie y mantenerlos así durante los más de dos meses que se preveían para el rescate a partir del 5 de agosto en que ocurrió el derrumbe.

A esta actitud humana se unió la política, la empresarial y la social en una respuesta nacional solidaria que mantuvo la fe, la esperanza y la confianza en autoridades, técnicos y empresarios hasta que salió el último hombre sano y salvo. ¿El costo?, el costo fue de 20 millones de dólares que serán ampliamente recuperados por el impacto mundial del rescate en divisas, comercialización del mineral, prestigio político y empresarial, etcétera, como ya empezó a verse.

En México, el reverso de la medalla, ¡qué vergüenza! A los dos días de ocurrido el desastre en febrero de 2006 a 150 metros de profundidad, el entonces secretario de Trabajo, Francisco Javier Salazar, hoy diputado federal del PAN, consultó con el presidente en ese momento, Vicente Fox, y determinó con su anuencia —así lo dice—, que los 63 mineros estaban muertos a causa de la explosión y no se podía hacer nada ni siquiera para recuperar los cadáveres porque éstos habían desaparecido —sin embargo, dos cadáveres se recuperaron sin quemaduras y con signos de muerte por asfixia—. Asegura que Fox le dijo: inventa algo; mete a la cárcel a algunos inocentes para distraer la atención pública…

Esta es una actitud criminal desde el presidente, que desató una ola de encubrimientos, complicidades e impunidad entre autoridades, empresarios y políticos envueltos en una red de corrupción, que para acallar el reclamo de los familiares de los mineros muertos de rescatar por lo menos sus restos para darles cristiana sepultura, terminaron por sellar la mina y enredar y confrontar al sindicato minero, quedando todo en la sospecha, la desconfianza y la indignación.

Mientras tanto los responsables, empresarios y autoridades, todos, siguen impunes cobijados bajo el ala protectora del gobierno de Felipe Calderón Hinojosa.

¡Qué poca… vergüenza!
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domingo, 10 de octubre de 2010

“MANOS LIMPIAS”

Reynaldo Mota Molina

Retomamos el tema de NARCOINSURGENCIA debido a la reacción del gobierno de Felipe Calderón al grito de tregua de El Diario de Ciudad Juárez, Chihuahua, emitido en su editorial del 19 de septiembre pasado.

Como es sabido Alejandro Poiré, secretario técnico del Consejo de Seguridad Nacional, adoptó una posición arrogante y estúpida al cuestionar a El Diario por dicha editorial: “No cabe, en modo alguno, por parte de ningún actor, el pactar, promover una tregua o negociar con los criminales”…“la única autoridad que debe reconocerse es la legítimamente constituida por emanar de la ley y de los procesos electorales”. No conforme, sin elementos confirmados por autoridad alguna aseguró que el asesinato del reportero gráfico Luis Carlos Santiago Orozco se debió a motivos personales…, en un claro intento por desviar la atención de la ineficacia e indolencia del gobierno para otorgar seguridad a periodistas, reporteros y comunicólogos para desarrollar libremente la actividad informativa.

Además, lo de “autoridad legítimamente constituida por emanar de los procesos electorales”, está todavía por verse. ¿No lo sabe o se hace…?

Decíamos que hay otros que también negocian, por ejemplo, la liberación de Héctor Gordoa, jefe de información del programa Punto de Partida de Televisa que conduce Denise Maerker —que junto con otros dos periodistas (Televisa y Multimedios) fueron secuestrados por el crimen organizado en julio pasado— quien informó que “la actuación de la Policía Federal fue determinante para que los tres periodistas secuestrados en Gómez Palacio recobraran su libertad sanos y salvos”, o sea, el propio gobierno federal.

El caso de Diego Fernández de Cevallos, secuestrado en mayo pasado, es otra evidencia de las negociaciones con el crimen organizado, en esta ocasión a través de la propia familia del secuestrado pero con el acatamiento de las autoridades gubernamentales.

Y así, empresarios, comerciantes, medios de comunicación, transportistas, políticos, etcétera, pagan cuotas al crimen organizado para continuar desarrollando sus actividades; entonces, ¿por qué tanta alharaca hipócrita del gobierno de las "manos limpias"?

No es que estemos conformes ni resignados con esta situación pero, en lugar de rebuznar, ¿por qué no se ponen a implementar VERDADERAMENTE los procesos para abatir la corrupción del gobierno calderonista y cerrar, de una vez por todas, el flujo del lavado dinero de los narcos? Él sabe dónde está.

¡¡DOS DE OCTUBRE NO SE OLVIDA!!
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lunes, 4 de octubre de 2010

NARCOINSURGENCIA

Reynaldo Mota Molina

Todo el mundo lo sabe menos Felipe Calderón, y es el sabio dicho popular, “no se puede tapar el sol con un dedo”. Aquel berrinche por los señalamientos de Hillary Clinton, la jefa del Departamento de Estado norteamericano, en el sentido de que la violencia en México alcanza "una red bien organizada, la amenaza del narcotráfico, que en algunos casos se transforma en, o asocia con lo que consideramos como insurgencia en México y Centroamérica", y que “lo que pasa en suelo mexicano se parece a la Colombia de los ochenta”, son ratificados por diversas instancias del gobierno estadounidense incluyendo el Senado, la Secretaría de Seguridad Nacional y el FBI —que algo saben de estas cosas— que por la violencia cotidiana en su frontera sur parece ser que por fin, están encendiendo las luces de alerta y parecen decididos a combatir en serio el tráfico de armas de fuego.

Y es que el concepto de narcoinsurgencia o insurgencia criminal, como ellos le llaman, es cada vez más evidente. Hasta hace un par de años nadie esperaba que la insurrección pudiera gestarse en un ámbito distinto al social, generalmente las clases media y popular, en donde hacen mella directamente los efectos del mal gobierno. Así sucedió en 1810; así sucedió en 1910.

Debido a la “guerra” declarada por Felipe Calderón Hinojosa al narcotráfico en forma improvisada y sin estrategia desde que asumió el poder, poniendo al frente al Ejército, a la Armada y a las Fuerzas de Seguridad, sin coordinación alguna ni objetivos precisos, los cárteles de la droga han reaccionado en forma beligerante y sanguinaria mediante una orgía de violencia inaudita tomando a la sociedad como rehén en prácticamente todo el territorio nacional y han sentado sus reales en diversos municipios y poblaciones de Chihuahua, Tamaulipas, Nuevo León, Michoacán, Sinaloa, Guerrero y otros estados de la República mexicana, desplazando a las autoridades municipales, sobre todo en los estados fronterizos, en donde éstas han preferido huir a enfrentar la violencia y poder de los narcoinsurgentes, así llamados, puesto que se trata de un franco levantamiento y desafío en contra de las autoridades municipales, estatales y federales.

La brutal disputa por la predominancia de los distintos cárteles en los municipios y estados más estratégicos ha sido atizada por el sesgo a favor del cártel de Sinaloa que comanda Joaquín El Chapo Guzmán, del que el gobierno de Felipe Calderón ha sido constantemente acusado por los mismos narcotraficantes.

La ingobernabilidad es una situación real en varios municipios y poblaciones como Ciudad Juárez, Chihuahua, en donde empresarios, comerciantes y hasta medios de comunicación, como El Diario local, han tenido qué negociar con el crimen organizado para subsistir. El 19 de septiembre dicho diario publicó un patético editorial después del asesinato del reportero gráfico Luis Carlos Santiago Orozco: “Señores de las diferentes organizaciones que se disputan la plaza de Ciudad Juárez”…“qué es lo que quieren de nosotros, qué es lo que pretenden que publiquemos o dejemos de publicar, para saber a qué atenernos”…“Ustedes son en estos momentos, las autoridades de facto en esta ciudad, porque los mandos instituidos legalmente no han podido hacer nada para impedir que nuestros compañeros sigan cayendo, a pesar de que reiteradamente se lo hemos exigido”…“Esta no es una rendición. Como tampoco significa que claudicamos al trabajo que hemos venido desarrollando. Se trata de una tregua para con quienes han impuesto la fuerza de su ley en esta ciudad, con tal de que respeten la vida de quienes nos dedicamos al oficio de informar”.

La posición de El Diario puede ser cuestionable, pero es un reflejo crudo de la realidad que vive México. Además, El Diario no es el único que ha pretendido negociar con los criminales; otros también lo hacen…

¡¡DOS DE OCTUBRE NO SE OLVIDA!!
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lunes, 27 de septiembre de 2010

EL GRITO DE DOLOR...ES

Recientemente me permití enviar este video a los amigos del blog. Por algunas circunstancias del sistema no en todas las computadoras fue posible abrirlo, sin embargo, considerando su importancia nuevamente me permito reenviarlo a través de Youtube dando clic en la siguiente liga:

http://www.youtube.com/watch?v=S3xCYO_kJ-w

Muchas gracias

¿DE QUÉ SE TRATA?

Reynaldo Mota Molina

¿Qué intenciones oculta el Partido Acción Nacional (PAN) más allá de lo que puede interpretarse como ignorancia, desinterés por los valores patrios, soberbia, incluso más allá de la estupidez, al tratar de desorientar y de confundir a la sociedad con acciones que son afrenta para nuestra historia y para los próceres que ofrendaron su vida en aras de una vida social más justa?

Como es sabido, con motivo del Bicentenario de la Independencia y del Centenario de la Revolución se instalaron en diversos puntos de la ciudad de Querétaro, cuyo municipio es gobernado por Acción Nacional, una especie de gallardetes con las figuras de los principales héroes que participaron en las epopeyas que hicieron posible el país que hoy tenemos pese a todas las deficiencias e injusticias que no acaban de resolverse, con el fin de honrar su memoria y exaltar su figura.

Entre los personajes honrados de esta forma, incluyeron a Porfirio Díaz, es decir, el mismo en contra del cual se levantó el movimiento revolucionario en 1910, precisamente por la injusticia social y la desigualdad económica que prevalecía en los interminables regímenes de su gobierno dictatorial.

Victoriano Huerta es otro de los personajes honrados por los panistas. Sus méritos son haber dado un golpe de estado al gobierno de Francisco I. Madero, el triunfo de la revolución que había propiciado la renuncia de Porfirio Díaz. Lo encarceló y lo asesinó junto con el vicepresidente José María Pino Suárez; usurpó la presidencia y fue traidor al gobierno maderista que lo había hecho jefe militar y al Estado mexicano.

En plena culminación de los “festejos” bicentenarios el gobierno federal encabezado por Felipe Calderón, panista naturalmente, exalta la figura de otro traidor: Benjamín Argumedo, que junto con Pascual Orozco habían luchado como antirreleccionistas; después combatió contra Francisco Villa y contra Venustiano Carranza, se unió a las fuerzas del usurpador Victoriano Huerta y contra Francisco I. Madero cuando era presidente de México. Finalmente fue fusilado por Carranza por traidor.

Con estos merecimientos los panistas levantan un colosal monumento de 20 metros de altura, presunta y ocultamente en su honor, como culminación del desfile festivo en pleno zócalo de la ciudad de México, frente al Palacio Nacional. Después tuvieron que recular —como siempre ante el exceso— ante la crítica y el reclamo de historiadores y analistas, cayendo en explicaciones por demás idiotas: que si era gente del pueblo, que si Vicente Fernández, etcétera, pero con un parecido inocultable y sospechoso con Argumedo.

Desde la época nefasta de Vicente Fox, desde luego panista, éste eliminó de los libros de texto elementos fundamentales de la historia prehispánica que nos han dado cultura e identidad incidiendo, consecuentemente, en que las nuevas generaciones desconocen e ignoran signos patrios elementales de la mexicanidad.

Felipe Calderón también ha eliminado elementos, personajes, materias educativas de los libros de texto sin ninguna justificación válida para el desarrollo cognitivo de los niños que repercuten en una educación más mediocre, incompleta y deformativa, tanto de los valores cívicos como del conocimiento en general, y de la historia de México.

Sistemáticamente los panistas están socavando el concepto educativo y patrio, ¿por qué? ¿Qué ocultos fines siniestros persigue todo esto? Decimos siniestros porque supuestamente detrás está la mano del Yunque, la organización secreta de la extrema derecha que es uno de los poderes fácticos del gobierno de Felipe Calderón, y que lo utiliza para acrecentar sus planes de dominio religioso y poder supremo.

¿Se trata acaso de un plan maquiavélico para coartar la educación y conformar una masa ignorante y sumisa fácilmente moldeable para los intereses de los poderosos?
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domingo, 19 de septiembre de 2010

¿QUÉ VA A PASAR?

Reynaldo Mota Molina

Puede uno imaginarse la cantidad de información que el narcotraficante Edgar Valdez Villarreal, La Barbie, según las instituciones policíacas el más sanguinario de los capos, pueda haber suministrado a las autoridades mexicanas a cambio de conservar la vida aquí y en Estados Unidos, que había puesto a su cabeza el precio de 5 millones dólares de recompensa, y aquí fue aprehendido en una operación “inmaculada” de la Policía Federal (PF) sin disparar un solo tiro ni derramar una gota de sangre… paradójico, ¿no?

El caso es que, es ampliamente conocido que a Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública, le encantan los montajes mediáticos y este es un escenario ideal para su recreación y todo el dispositivo de la policía a su cargo realizó el operativo como verdaderos artistas incluyendo el estelar de la sonriente Barbie; sólo faltaron las vedettes que enmarcaran el cuadro al estilo Televisa… ¿se le habrá pasado?

Se imagina usted lo que es tener información detallada —que tal vez no precisa, pero detallada al fin— de los diferentes cárteles en los que participó desde hace alrededor de veinte años; su organización, estructura, conexiones, contactos, rutas de traslado dentro y fuera del país, trasiego, distribución, infiltración entre las autoridades federales, estatales y municipales, para lo que era especialmente hábil, en los que se distinguió como sicario, como corruptor y como organizador de las redes de espías llamados Los Halcones en Tamaulipas para el cártel del Golfo de los hermanos Beltrán Leyva, con tan buenos resultados delictivos, que llamó la atención de Joaquín El Chapo Guzmán con quien repitió el esquema en Nuevo León y Guerrero creando el comando de Los Negros y luego Los Chapos. Al momento de su aprehensión su carrera criminal se encontraba en pleno ascenso y con la posibilidad de integrar su propio cártel. El testimonio debe ser valiosísimo.

¿Qué va a pasar? ¿La información recibida por la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) será aprovechada para capturar a otros peligrosos delincuentes? ¿Para desarticular cuando menos algunos de los poderosos cárteles que hoy dominan gran parte del territorio nacional? ¿Para abatir su estructura operativa y sanguinaria que tiene aterrorizada a la población, en virtud de que la súper estructura financiera, económica y de bienes sigue intocada por el gobierno de Felipe Calderón, cuyos discursos ni aire les hace? ¿Será explotada al máximo para disminuir el cáncer criminal que corroe al país y reducir la inseguridad y ser congruentes con el discurso oficial?

¿O servirá para reforzar las barreras de impunidad que protegen a los más altos funcionarios del poder Ejecutivo, del Judicial y del Legislativo, de los tres niveles de gobierno?, porque con tal información en sus manos seguramente hay demasiados salpicados y todos querrán protegerse mejor. ¿O simplemente, no pasará nada?

En Estados Unidos deben estar también nerviosos y ansiosos de que la famosa Barbie esté con ellos para lo cual no pasará mucho tiempo y tal vez, entonces, nos enteremos de algo más, y más quizá, veamos algunos resultados tangibles.

Mientras tanto, Felipe Calderón se ofende porque Hillary Clinton, jefa del Departamento de Estado estadounidense, ubica al México de hoy como Colombia de hace veinte años…, y la verdad se quedó corta; la regresión del país se remonta hasta 1913 cuando Victoriano Huerta usurpó el poder…

Que las afirmaciones de Hillary “dañan terriblemente la imagen de México” reclama Calderón. Y qué ha hecho él desde el 2006, sino dañar terriblemente la imagen de México, y no solamente la imagen, sino a todos sus habitantes.

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domingo, 12 de septiembre de 2010

¿SOMOS VERDADERAMENTE LIBRES?

Reynaldo Mota Molina

¿Somos verdaderamente libres? ¿De veras nos hemos desprendido del yugo extranjero? ¿En verdad somos un país soberano, es decir, que posee y ejerce la autoridad suprema e independiente de su destino? ¿No? Entonces, ¿por qué tanta faramalla y dispendio de los recursos públicos para una “celebración” desabrida, mediática y forzada con la que el gobierno de Felipe Calderón pretende darnos más atole con el dedo con el pretexto del bicentenario de la Independencia de México?

Para los próceres de aquella epopeya —cada día más demeritados y exhibidos por consigna oficial— y para todos cuantos ofrendaron su vida creyendo en forma genuina en un ideal libertario resulta, la situación que hoy vive el país, una verdadera afrenta y motivo inútil de su ofrenda. Los políticos, desde entonces, se han encargado de mancillar lo que de noble pudo tener la lucha intestina independentista bajo el lema “mueran los gachupines”.

Con el centenario de la Revolución sucede lo mismo. La injusticia social ¿se ha reivindicado? ¿La desigualdad económica tiene mejor equilibrio que hace cien años? ¿El “supremo gobierno” es ahora democrático verdaderamente? “La bola” campesina que se convirtió en ideal de justicia social con la Revolución mexicana bajo la esperanza de “tierra y libertad” fue nuevamente una feroz lucha fratricida de la que los políticos, una vez más, sacaron todo el provecho para perpetuarse en el poder y mantener sometido, de mil maneras, al pueblo mexicano; por eso las políticas fracasadas intencionalmente sobre educación, economía, desarrollo social, cultura, ciencia, investigación, inversión directa, patrimonio nacional, etcétera, etcétera.

Y todavía quieren que “celebremos” esta situación bajo “pecado de omisión”, dice el Episcopado Mexicano. Muchos mexicanos se unirán a la pantomima festiva no tanto por el tal pecado, sino porque su naturaleza es alegre y dispuesta a aprovechar la ocasión de tener un escape de las tribulaciones diarias, mientras se puede…

No podemos dejar de expresar:
Cómo me dueles amada Patria mía,
Cuánto me indigna y lacera tu quebranto;
Te han ultrajado y humillado tanto
¡Que grito mi rencor en rebeldía!
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lunes, 6 de septiembre de 2010

SANGRE Y HUMO

Reynaldo Mota Molina

La masacre de los 72 migrantes centro y sudamericanos ejecutados en Tamaulipas presuntamente por el cártel de los Zetas deja al descubierto lo podrido que están las instituciones migratorias en la frontera sur del país y del contubernio con el crimen organizado. Los ejecutados —58 hombres y 14 mujeres— se encontraban prácticamente a un paso de cruzar la frontera con Estados Unidos, su destino final al que no llegaron, y fueron asesinados porque no entregaron el dinero que les exigían para quedar libres y porque se negaron a ser parte del cártel, según el testimonio de uno de los sobrevivientes.

Pero la historia va más allá: al grupo de migrantes lo tenía secuestrado la organización criminal posiblemente desde la frontera sur en donde, según otros testimonios, los migrantes son vendidos por la propia policía migratoria mexicana a las organizaciones criminales y los que no tienen recursos son confinados en algún lugar en condiciones infrahumanas mientras obtienen dinero y si no lo consiguen, simplemente son desaparecidos en la más absoluta impunidad.

Por esto son aún más indignantes las declaraciones oportunistas del vocero del gabinete de seguridad nacional, Alejandro Poiré, en el sentido de que la delincuencia organizada está recurriendo a la extorsión y al secuestro de migrantes como mecanismo de financiamiento y en ocasiones de reclutamiento, “porque muestra que la actividad del Estado para combatirlos merma significativamente su capacidad de operación y sus recursos”, cuando sabemos que en la realidad, todo esto es parte del negocio criminal que implica 22 tipos de delitos desde hace años; en cambio, omite cualquier comentario de la abominable corrupción de la instancia migratoria.

Por fin, después de casi cuatro años, Felipe Calderón empieza a darse cuenta —obligado por las circunstancias— que para combatir verdaderamente a la delincuencia organizada es necesario atacar a la médula, es decir, el patrimonio financiero, económico y de bienes, y como no le quedaba otra, anuncia una serie de cambios administrativos y propuestas legales destinadas a atender dicho sector. Vamos a ver si es cierto…

Edgardo Buscaglia, experto en Seguridad y Terrorismo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), catedrático e investigador, desde entonces ha insistido puntualmente en este aspecto sin que hasta ahora haya sido escuchado por Calderón. El mismo Buscaglia propone cuatro indicadores fundamentales para verificar que las implementaciones de Felipe Calderón son verdaderas y efectivas. Simultáneamente debe:

1. Establecer un programa de prevención de lavado patrimonial que involucre una interacción entre empresas privadas —que están en riesgo de ser utilizadas por la delincuencia organizada— y el Estado, por ejemplo, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), proporcionando información preventiva a esas empresas.

2. Integración de Grupos de Trabajo con un juez de Control del Poder Judicial; Fiscales estatales o federales, según el caso; Fiscales Electorales (FEPADE); la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada SIEDO —una persona cada uno—; un guardia de Finanzas que funcionaría como policía financiera; UIF/SAT de la SHCP con información de la propiedad mercantil, hoy en manos de la mafia política, y órganos de supervisión de los mercados de capitales y el
Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) que proporcione elementos de apoyo.

3. Cooperación internacional con organismos como la Red Internacional de Rastreo de Activos Criminales (CARIN, por sus siglas en inglés), que no se conoce en México hasta ahora, a la que México fue invitado a participar y no ha dado respuesta; Interpol y Agencias Regionales de la Unión Europea, que no han sido invitadas por México a participar a pesar de estar dispuestas a hacerlo.

4. Creación de un órgano realmente autónomo que aborde el combate y la prevención de la corrupción al más alto nivel del Estado, íntimamente ligado al lavado patrimonial mexicano.

Si verdaderamente va en serio, muy pronto nos daremos cuenta…
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lunes, 30 de agosto de 2010

¡NADA QUÉ CELEBRAR!

Reynaldo Mota Molina

Si usted no es potentado, pertenece a la élite privilegiada de políticos, empresarios o compinches del gobierno de Felipe Calderón; si no aparece en las listas de Forbes ni está ligado a la delincuencia organizada, ¿tiene algo qué celebrar en el bicentenario de la Independencia de México y del centenario de la Revolución?

Porque mire, primero Calderón no sabía cómo “celebrar” —el término es de él— estos movimientos armados por ser antagónico del liberalismo que los generó y soslayaba el asunto —seis veces cambió de coordinador de la comisión organizadora—. Tal vez viendo que la izquierda a través de Marcelo Ebrard, aunque fuera motivado por intereses electoreros, se andaba moviendo para la construcción de una torre conmemorativa de ambos centenarios, que no le fue autorizada, y otras iniciativas más, hace un año inició la construcción de la Expo Guanajuato Bicentenario en Silao, con un costo de mil 100 millones de pesos —en tiempos de tremendas crisis— “como un exquisito regalo para todos los mexicanos”, según Alonso Lujambio, secretario de Educación Pública. ¡’uta! Qué delicada expresión de tan libertaria belleza...

Por su parte el gobernador panista del estado, Juan Manuel Oliva, el día de la inauguración señaló que dicha Expo “invita a reafirmar nuestro compromiso con los valores y los ideales que hace 200 y 100 años impulsaron a Hidalgo, Morelos, Madero, Villa y Zapata, a lanzar los gritos de libertad que sacudieron la conciencia de una nación entera. Decidámonos —dijo—, como hace 200, como hace 100 años, a dar un nuevo grito (¿de veras?), a emprender una nueva revolución pacífica, con las armas que nos han legado los mexicanos de la primera hora: nuestros valores”. ¡Aaaah! ¿Cuáles?

La verdad es que estos tales no saben lo que dicen. “Las diferentes instancias del gobierno, comenzando por el federal, así como los partidos políticos, han hecho uso y abuso de las conmemoraciones del bicentenario de la Independencia y del centenario de la Revolución, hasta convertirlas en cuestión meramente política, de carácter casi electorero más que histórico”, asegura la historiadora Eugenia Meyer, profesora emérita de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) e investigadora especializada en la Revolución Mexicana.

Ante las críticas respecto a actos y recursos utilizados para la “celebración” de los centenarios y la insistente invitación de las redes sociales de Internet a no participar en los eventos oficiales ¡¡PORQUE NO TENEMOS NADA QUÉ CELEBRAR!!, Felipe Calderón responde indiferente: “El que no quiera, no lo haga”, mientras sigue con el “show” de los restos mortales de los héroes que nos dieron patria…

Y para completar, ahora la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) sale con que es pecado de omisión quedarse al margen y guardar silencio ante los festejos del bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución Mexicana. ¿De cuándo acá tanto fervor patrio de la Iglesia en México? ¿Ya olvidó que condenó y excomulgó a los sacerdotes independentistas Miguel Hidalgo y Costilla y José María Morelos y Pavón entre otros, que ahora nos obliga bajo pecado a “festejar” las guerras civiles de la Independencia y de la Revolución Mexicana? ¿Por qué le sigue el juego político a Felipe Calderón? Los feligreses de la fe católica ¿qué tenemos que ver con los intereses políticos del alto clero con el gobierno federal para que trate de someternos de tal modo? Como se dice ahora: “¡no manchen!”
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lunes, 23 de agosto de 2010

¿QUÉ SIGUE?

Reynaldo Mota Molina

La convocatoria de Felipe Calderón a diversos sectores de la sociedad mexicana para sus “Diálogos por la Seguridad” tuvo respuesta remilgosa de parte de los convocados que asistieron convencidos de antemano de que no habría cambios substanciales en la “estrategia” contra el crimen organizado y sí, en cambio, salpicadera de responsabilidades tratando de sacudirse la autoría de una “guerra” inútil y perdida desde siempre porque nunca fue instrumentada para verdaderamente ganarla y ahora, que se aproxima inexorablemente el proceso electoral para el relevo de Los Pinos en el 2012, el agua, más bien la sangre de los muertos, le ha llegado al cuello y las implicaciones y complicaciones que su “guerra” ha generado lo tienen completamente rebasado y desesperado, no encuentra cómo desatarse de éstas y lo más fácil, es repartirlas entre todos.

Mucho diálogo y cero consecuencias. Supuestamente la “idea” era construir una política de Estado en materia de seguridad y, sin embargo, nunca se definió el camino para hacerla y todo terminó, simplemente, en un intercambio de opiniones —la mayoría nada nuevas porque se han expuesto oportunamente con toda claridad por distintos actores y medios— de datos, propuestas, justificaciones, convocatorias y hasta reclamos que no llegarán a ningún lado. La posición de Felipe Calderón, que se dijo abierto a fortalecer y corregir la política vigente, desde el inicio de los “diálogos” demostró que no era así al señalar que la participación del Ejército en el combate al crimen organizado se mantendrá hasta el último día de su gobierno. Así mismo, en todas las reuniones aprovechó para repetir su mensaje a la nación en el que describió la evolución histórica de la delincuencia organizada, exculpando su participación, y para reiterar su oposición a la legalización de las drogas pero manifestando que está dispuesto a que se debata al respecto. O sea sí pero no.

Reclamó a la sociedad que no denuncia los actos delictivos por temor a represalias de las organizaciones criminales pero omitió decir que ésta se encuentra inerme no sólo ante la delincuencia sino ante las propias dependencias gubernamentales encargadas de la investigación y la procuración de justicia que están infiltradas por las organizaciones delictivas. Independientemente de que la sociedad jamás fue tomada en cuenta para iniciar su “guerra” y ahora es recriminada.

A los gobernadores también les repartió: "Está claro que ni los estados ni la Federación, si actuáramos de manera aislada, podríamos resolver este asunto (de la inseguridad) y menos si estamos confrontados. Se requiere la participación de todos, sin excepción y sin titubeos".

A los coordinadores parlamentarios de la Cámara de Diputados y del Senado demandó aumentar el presupuesto de las dependencias involucradas en la “guerra” contra el narcotráfico, pues de lo contrario, el Estado tendría que buscar nuevas fuentes de ingreso, lo que constituiría una carga adicional para los contribuyentes. Es decir, más impuestos para los cautivos porque los privilegiados continuarán con sus prebendas.

Seguramente obligado por los señalamientos en materia de lavado de dinero, por diferentes partidos políticos, sobre el hecho de que sólo se combate a los delincuentes pero no sus recursos en las instituciones financieras, Calderón dijo: “Yo le he instruido ya al Secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, le he pedido ayuda al Gobernador del Banco de México en respeto, además de su autonomía, para que tratemos de diseñar una nueva política contra el lavado de dinero, que también he instruido que se presente, precisamente, en el curso de esta semana y estos diálogos”.
Total, NADA, lo que demuestra, una vez más, que dichos diálogos no se realizaron con la verdadera intención de formular nuevas políticas en forma consensuada de seguridad pública, sino al afán mediático del gobierno federal por aparentar apertura y civilidad, y terminó en una nueva burla a los sectores convocados y a la sociedad.
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