martes, 14 de junio de 2011

LA CALDERA ELECTORAL

Reynaldo Mota Molina

La fracción priísta afín a Enrique Peña Nieto —en el PRI ya no se puede hablar de un ente monolítico por cuestión de los conflictos de intereses internos— está deteniendo la reforma política que contempla entre otras cosas las candidaturas independientes, la segunda vuelta electoral, la reelección de legisladores, en fin, porque presupone una afectación riesgosa a sus planes de ocupar la silla presidencial en 2012 y, por otra parte, Felipe Calderón Hinojosa, embrollado como siempre, presionaba al Congreso para que ésta se aprobara sobre las rodillas —ahora le llaman “fast track”— porque llevaba atadas las reformas a la ley de seguridad y a la ley laboral, sobre las que tiene particularísimo interés, llegando al extremo de chantajear a los priístas con hacer públicos los “expedientes negros” de gobernadores con cola de caimán, si no aprobaban las tales reformas antes que terminara el periodo ordinario de sesiones, cosa que no sucedió.

Tal vez no la creyeron, pero lo cierto es que ahora, “casualmente”, el gobierno calderonista empieza acciones de “justicia” en contra de priístas poderosos empezando por el más vulnerable debido a su negro historial: Jorge Hank Rhon, hijo del “profesor” Carlos Hank González, aquel de la frase corrupta: “Un político pobre, es un pobre político”. El “profesor” rural heredó a su hijo mil 300 millones de pesos…

Hank González fue líder principal y mentor del Grupo Atlacomulco (GA), cuya existencia niegan los priístas, pero de él han surgido ya varios gobernadores del Estado de México y se proyecta uno a la presidencia de la República, según la profecía mítica.

Efectivamente, Enrique Peña Nieto proviene de dicho grupo, poderoso política y económicamente. Se supone que el cobijo de Televisa al gobernador del Edomex se debe, en principio, a que GA es importante inversionista de la empresa televisiva.

Así las cosas, Jorge Hank Rhon, considerado el más importante propietario de centros de apuestas del país, fue detenido la semana pasada en Tijuana, B. C., de donde es exalcalde, por elementos de las fuerzas armadas después de que —se dice— la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) recibió una llamada anónima ciudadana. Plagada de irregularidades conforme a derecho, la detención ha sido cautelosa ¿quién sabe por qué razones? Sólo se ha enderezado, a través del Ministerio Público Federal, por violaciones a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, en la modalidad de acopio ilegal de armas de fuego de uso reservado para las fuerzas armadas, sin embargo, se dejó de lado el presunto tráfico de animales exóticos a pesar de que en la propiedad se encuentran aves de diversas partes del mundo, caballerizas y jaulas con osos, víboras, tigres y leones. Tampoco se ha dicho nada de sus presuntos nexos con el narcotráfico, entre otros delitos.

¿Segundo expediente negro que se abre? El caso es que el exgobernador de Chiapas de filiación priísta, Pablo Salazar Mendiguchía, llegado al poder estatal en el año 2000 mediante un hediondo coctel de todos los partidos, fue arrestado el pasado día 7 por la Procuraduría estatal en Cancún, Quintana Roo, acusado de abuso de autoridad, peculado, asociación delictuosa y un desvío de 104 millones de pesos, —parte de 11 mil mdp destinados a la reconstrucción del estado tras el paso del huracán Stan—, delitos que eran indagados desde 2009, más su presunta responsabilidad en la muerte de 30 recién nacidos ocurrida entre diciembre de 2002 y enero 2003 en el Hospital Regional de Comitán.

El expediente que viene puede ser de Eugenio Hernández Flores, exgobernador de Tamaulipas (2004-2010), o de Ulises Ruiz Ortiz, exgobernador de Oaxaca en el mismo periodo. Pronto lo sabremos, o si es alguien más…

Si se tratara de un auténtico ejercicio de rendición de cuentas y de aplicación absoluta de la justicia, estaríamos aplaudiendo la iniciativa, aunque tardía, de Felipe Calderón pero sospechamos que es un acto más, dictado por el hígado o por los poderes fácticos que no están dispuestos a soltar el botín presidencial.

Los priístas deben estar urdiendo algo. Lo grave es que la caldera electoral comienza a calentarse y como no hay quien la controle podría llegar a estallar, aunque nos preguntamos: ¿Para qué? En todo esto la ciudadanía no cuenta…








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