Tal vez en la reciente temporada decembrina le sucedió a usted lo que a muchas personas, ya no fue posible adquirir un árbol de Navidad, natural o artificial, ni adornarlo con esferas, luces y festones, mucho menos con regalos; tampoco de realizar las “posadas” como antaño. Las comidas y reuniones con los amigos o compañeros de trabajo en dicha época van siendo cosa del pasado lo mismo que los intercambios de regalos. Por increíble que parezca, esta situación contribuye a diluir el espíritu de acercamiento entre todos, el tratar de convivir en paz, y acentúa el individualismo y la indiferencia. Cada quien está ocupado en atemperar su propia crisis y en ver cómo va a sortear sus compromisos y sus proyectos.
El nuevo año, desafortunadamente, no se ve mejor. Según los expertos, la crisis económica apenas comienza a pesar de los discursos oficiales que sólo tratan de tapar el sol con un dedo ante una realidad que es cruda. El desempleo crece día con día por el reajuste o cierre de fuentes de trabajo chicas, medianas o grandes, acrecentado por el regreso de miles de migrantes con los bolsillos rotos. La escalada de precios va en aumento, la inflación es mayor y el crecimiento será de cero; la inseguridad y la violencia del crimen organizado están desbordadas lo mismo que la corrupción y la impunidad de las esferas de gobierno de casi todas las instancias.
En este marco el 2009 es un año electoral —el de mayor número de cargos de elección popular— y el gobierno y los partidos políticos se aprestan, desde hace buen tiempo, a preparar el circo de los comicios en el que ofrecerán a usted, —si, si, a usted particularmente—, el oro y el moro con tal de obtener su voto que, finalmente, servirá para dos cosas…, porque todo estará, como se dice, “fríamente calculado”, negociado y convenido, conforme a la ultrajada democracia mexicana con la complicidad de todos.
Quisiera ver y poder ofrecer a usted un punto de vista más alentador y optimista, pero nuestro deber es proporcionarle una óptica veraz y objetiva por más obscura que ésta sea.
En realidad quisiéramos un México pujante, con un futuro claro, definido y prometedor. Un gobierno preocupado y ocupado en el bienestar de sus gobernados —que para eso es—; un pueblo que con su concurso ilimitado contribuyera a hacer el tipo de nación que quisiera tener para sí y para sus descendientes; un pueblo y un gobierno que, simplemente, amaran a su patria. Tal vez es pedir demasiado…
Pero la Fe y la Esperanza perdurarán por siempre y sobre todas las adversidades esperando que un día la Caridad de la naturaleza humana llegue…, ojala que no demasiado tarde…
Un alivio, sin duda, es que al fin la periodista Carmen Aristegui regresa a la radio abierta a través del 102.5 FM, del Grupo Multivisión (MVS), y que se puede escuchar aquí y en todo el mundo a través de Internet. Basta con dar clic en la liga: http://www.mvsnoticias.com/ para escucharla en línea de 6:00 a 10:00 de la mañana de lunes a viernes. México necesita el oxígeno del periodismo libre del que Aristegui es piedra angular.
A partir de esta edición está incluida en los enlaces de este blog para facilitar el acceso a NOTICIAS MVS 102.5 FM. ¡Bienvenida!
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