jueves, 9 de diciembre de 2010

"LOS SEÑORES DEL NARCO"

Reynaldo Mota Molina

Todavía no está en circulación el libro “Los Señores del Narco” de la periodista Anabel Hernández, de la revista electrónica Reporte Índigo, y ya ha recibido amenazas de muerte presuntamente por parte de Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública y de Luis Cárdenas Palomino, Coordinador de Inteligencia para prevención del delito de la Policía Federal Preventiva —quien por cierto, estuvo involucrado en la extorsión y asesinato de Raúl Salinas de Gortari en 2004 y en otros homicidios, y es aspirante al mando de la policía nacional que pretenden imponer el propio García Luna y Felipe Calderón Hinojosa— según advirtieron a la periodista agentes de la AFI quienes son testigos de la presunta instrucción de dichos funcionarios para su “desaparición” simulando un accidente, un robo mal hecho o un secuestro fallido.

El caso es que en dicho libro se evidencian cuestiones sumamente delicadas de la vinculación de funcionarios del más alto nivel con poderosos jefes del narcotráfico. Un botón de muestra: Juan Camilo Mouriño(†), siendo Jefe de la Oficina de la Presidencia, instruyó al general X poner en paz a los cárteles de la droga. En enero de 2008 Mouriño fue nombrado secretario de Gobernación, pero su encomienda seguía vigente con el conocimiento del secretario de la Defensa Nacional, general Guillermo Galván Galván.

El general X, acostumbrado a entablar relaciones con los diferentes grupos del narcotráfico por encargo oficial, en 2008 comenzó a tocar puertas de los protagonistas de la guerra entre narcos a lo que la mayoría respondió, como fue el caso de El Chapo Guzmán.

Durante un encuentro entre ambos personajes el general X preguntó a El Chapo cuánto le costó su evasión de la cárcel de máxima seguridad de Puente Grande en 2001: “La libertad no tiene precio”, fue su respuesta. Ante la pregunta de cómo logró salir del penal, el narcotraficante dio algunos antecedentes de cómo recibió ayuda desde 1995 por órdenes de la Secretaría de Gobernación y responsabilizó a tres figuras de la política y la seguridad pública de México: El teniente coronel, exgobernador de Quintana Roo, Joaquín Ernesto Hendricks, el exprocurador General de la República, Rafael Macedo de la Concha y Jorge Enrique Tello Peón, entonces subsecretario de la Secretaría de Seguridad Pública y hoy asesor de Felipe Calderón Hinojosa en materia de seguridad pública.

Lo anterior y todo el contenido del libro está sustentado y es resultado de la investigación periodística de Anabel Hernández realizada durante los últimos cinco años y, por lo visto, derrumba estrepitosamente la cantaleta oficial de que el gobierno calderonista no negocia con la delincuencia organizada.

La periodista, ante las amenazas recibidas, solicitó a la CNDH que las autoridades respectivas salvaguarden su integridad física y la de su familia y presentó una querella de tipo penal ante la Procuraduría del Distrito Federal, en virtud de que no confía en la federal, ante lo cual la SSP ofreció a través de dicha Comisión de Derechos Humanos —hecho insólito— implementar medidas cautelares incluso con escoltas, mismas que Anabel Hernández rechazó porque no confía en el personal que la tiene amenazada de muerte.

El general X, llamado así por la periodista en “Los Señores del Narco” por precaución, debido a las implicaciones de las fuentes vivas directas, resulta ser, de acuerdo con la revista Proceso, el general Arturo Acosta Chaparro, hombre clave en la matanza de Tlatelolco en 1968, el Halconazo en 1971 y las desapariciones forzadas durante el gobierno de Luis Echeverría, obediente emisario de los gobiernos de Fox, incluyendo a Marta Sahagún y sus hijos, y de Felipe Calderón Hinojosa.
Escuche usted la entrevista de Carmen Aristegui a Anabel Hernández sobre el particular.
Par amplir la imagen dar clic en ella.

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