miércoles, 2 de junio de 2010

¿CUÁNTAS CLASES DE MEXICANOS HAY?

Reynaldo Mota Molina

Ciudadanos de primera, de segunda, de tercera, y cuántos más. El gobierno clasista de Felipe Calderón sólo sabe distinguir a los de primera clase, naturalmente —él nació en pañales de seda—, y no ve ni oye, ni huele ni hiede a las demás clases; éstas simplemente no existen. ¿Prueba de esto?, ¡todas! Por ejemplo, los ciudadanos pobres que suman el 80 por ciento de la población nacional; los más de 40 mil trabajadores y 20 mil jubilados de la compañía de Luz y Fuerza del Centro (LFC) que viven en la inopia a causa de la extinción decretada por él; los padres de los 49 niños que murieron quemados en el incendio de la Guardería ABC de Hermosillo, Sonora, cuyos responsables permanecen en la impunidad; los más de 22 mil 700 muertos a causa de su “guerra” contra el narcotráfico donde los civiles “son los menos”, pero incluyen niños, jóvenes, mujeres y hombres inocentes y periodistas, que permanecen en la indiferencia gubernamental; los muertos y presos políticos de Atenco, de la APPO y de San Juan Copala de Oaxaca; la institución informativa MONITOR de José Gutiérrez Vivó, eliminada con la presunta complicidad de la mafia radiofónica; los inmigrantes mexicanos en Estados Unidos, abandonados a causa de la incapacidad para obtener acuerdos en su beneficio; etcétera, etcétera…

Ah!, pero secuestran, perdón, desaparecen al gato de angora Diego Fernández de Cevallos y se moviliza a todas las policías y ejércitos para “peinar” y rastrear palmo a palmo el paradero del gran “amigo” de quien, por cierto, continúan las especulaciones y hasta se sospecha que pueda ser un vulgar distractor sobre las investigaciones periodísticas de la fortuna de Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública y especialista en montajes escenográficos (caso Florence Cassez y otros)…, o que esté ya muerto.

Naturalmente, no pertenecen a esta clase las centenas de desaparecidos de Jalisco, Guanajuato, Veracruz, Tamaulipas, Durango, Estado de México; Los Ángeles, California; y de los municipios de Parras, Saltillo, Torreón y Matamoros, Coahuila, a manos de los narcos o de los militares. Las familias de estos desaparecidos se han manifestado frente al Palacio Nacional, sin que nadie les haga caso. No tienen influencias en las televisoras ni en el Senado ni en el gobierno y sólo con pancartas o a gritos tratan de hacerse escuchar clamando investigación y justicia sin conseguirlo. “Hemos pedido apoyo a la PGR, a la SIEDO, a los gobiernos estatales, a Tv Azteca y a Televisa y nos traen a puras vueltas”, dicen los familiares de los desaparecidos.

¡Qué clase de… gobernantes tenemos!!!
Escuche la entrevista de Carmen Aristegui a José de Jesús Esparza sobre el secuestro de familias en Durango. Dar clic en la liga:
Para ampliar la imagen dar clic en ella.

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