miércoles, 14 de enero de 2015

¡ARRANCAN…!

Reynaldo Mota Molina

Con el inicio del año arrancan formalmente las precampañas electorales que culminarán con las elecciones del 7 de junio próximo y se agudiza la propaganda electoral de todos los partidos políticos que vociferan a los cuatro vientos que son, cada cual, la solución de todos los problemas y la salvación de los mexicanos…

Dicha propaganda es falsa, cínica e indignante, por decir lo menos. ¿Con qué autoridad moral Ricardo Anaya, presidente interino del PAN, acusa que México no va por el camino correcto?; que está herido por la violencia, manchado por la corrupción, detenido por la economía, cuando ese partido, precisamente, es uno de los que lo han llevado a la tragedia que vive; abrió de par en par las puertas de la corrupción y la violencia con Fox y Calderón, y sus gobiernos detuvieron la economía. Que necesitamos meter a los corruptos a la cárcel ¡claro!, empezando por él, que se le descubrió negociando un soborno de 90 millones de pesos la semana pasada.

Los descarados del PRD, dando patadas de ahogado, pretenden disimular su debacle soslayando el caos en que se encuentran estados gobernados por su partido como Guerrero y Michoacán, por sólo mencionar éstos, prometiendo ser la solución que el país necesita…

Los desvergonzados del PRImate prometen un país de ensueño que sólo en sus mentes alienadas se puede concebir ante la catastrófica situación en que han metido a la nación que son incapaces de gobernar. 

Los resultados hablan por sí mismos en sólo dos años de haber recuperado el poder: crisis de seguridad, crisis de derechos humanos, crisis de credibilidad, crisis de gobernabilidad, crisis de conflictos de interés, crisis económica, crisis financiera; incremento de la violencia, del narcotráfico, de la corrupción, de la impunidad, de la tortura; despojo del patrimonio energético, de los derechos del trabajo, y tantas calamidades más…

De los demás partidos parásitos ni vale la pena hablar… todos sabemos lo que son.

El erario público se gastará más de 18 mil 572 millones de pesos en la faramalla electoral que tendrá por resultado colocar a los elegidos por el poder supremo —cualquiera que este sea— en los lugares convenientes para sus intereses designando a gobernadores, legisladores, alcaldes y delegados. Esto sin contar las “buscas” que partidos y candidatos se harán llegar por todos los medios lícitos e ilícitos como ya es innegable que sucede.

Presurosos de ser palomeados en las listas respectivas los chapulines políticos, como los 16 jefes delegacionales de la Ciudad de México, presentarán en bloque su renuncia; no son los primeros, Gustavo Madero, presidente del PAN, renunció desde septiembre pasado, una vez trinquetada su reelección, para integrarse a las listas de diputados plurinominales. Bien jugoso que es el botín político.

En cambio, para los infelices mortales de a pie, el salario mínimo aumentó 2 pesos 81 centavos en la zona A y 2.68 en la zona B, pero aumentó el precio de las gasolinas y de la canasta básica, junto con la inflación; se devaluó el peso frente al dólar y además, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, nos previene que habrá reducción de gastos del gobierno federal, en los rubros —eso lo decimos nosotros— que no afecten un centavo en los bolsillos de las élites política y empresarial.


¡Tanto gasto electoral para llegar a esto, es un fraude! La mejor respuesta ciudadana que se merecen es NO VOTAR por ningún partido. ¡SÍ AL VOTO NULO! AL VOTO EN BLANCO.

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