miércoles, 10 de febrero de 2010

CANTATA EN SON ARRIBEÑO

El músico y compositor Víctor Pichardo en colaboración con Guillermo Velázquez, poeta de Los Leones de la sierra de Xichu, ha escrito la cantata en son arribeño “Revolucionarios”, para coro y orquesta. Se trata de una composición poética de corte barroco en tres movimientos —que estuvo de boga en Europa en el siglo XVII—, que relata musical y poéticamente los dramáticos momentos históricos vividos durante la Independencia de México y la Revolución Mexicana. Consideramos que una experiencia poética-musical de esta naturaleza aporta elementos que enriquecen la música tradicional y la acceden a estratos que la música mexicana merece. ¡Enhorabuena!

“Revolucionarios” es una descripción musical del conflicto interno que cada mexicano enfrenta por su supervivencia y que en su momento se traduce en movimientos sociales como la Independencia de 1810 y la Revolución de 1910; es la esencia, el Ometeotl expresado a través de la lucha de contrarios del yo interno: Tezcatlipoca y el yo externo: Quetzalcoatl. Para esta obra el compositor utiliza el estilo del huapango arribeño que confronta dos agrupaciones musicales que luchan poética y musicalmente para demostrar sus mejores habilidades creativas. Un narrador relata los momentos más importantes de la historia de México complementados por el coro y la orquesta y permite el encuentro de dos tradiciones musicales: la clásica y la tradicional, en donde Víctor Pichardo muestra influencias de compositores como Silvestre Revueltas, Béla Bartók, Igor Stravinsky y John Adams, entre otros.

La obra musical inicia con llantos microtonales que nacen del más profundo sentimiento de la conquista y con golpes de tambor reproduciendo un yolotl, corazón latente. La figuración de la danza del Águila Blanca (Izcacuawtli) y los atecocolis o caracoles marinos, mencionan la presencia viva de la cultura náhuatl injertada en la nueva cultura europea dominante. Una transición con toque de campanas llama a despertar del letargo y a acudir al grito de libertad del padre Hidalgo y sus insurgentes, quienes convocan a la rebelión a través de las voces del coro y la orquesta. Acudiendo al llamado de Hidalgo se toman las armas y la descripción musical de una batalla en Fa menor toma lugar al ritmo sincopado del tradicional 6/8, complementado con un canto de libertad y rematado con un sonoro huapango orquestado.

El segundo movimiento, Andante Solemni, es un “Réquiem a los Héroes”. De una manera dolorosa el compositor y el poeta narran la triste realidad de un movimiento de independencia inconcluso. Una plegaria o alabanza en español y en idioma náhuatl es cantada buscando ayuda en lo divino, dentro del plano espiritual.

Al empezar el tercer movimiento, el Porfirismo y sus hacendados nos regresan a la época de la esclavitud “echando pobres al molcajete”. Como resultado de esta injusticia surgen rebeliones por todo el país, renace el espíritu revolucionario con pensadores como los hermanos Flores Magón y líderes como Madero, Villa y Zapata. Nuevamente la batalla en 6/8 es retomada esta vez en Re menor y con relatos sobre los momentos más importantes de la Revolución de 1910.

Bajo este contexto histórico, el compositor traslada hacia el momento actual llevando por momentos musicales influenciados por compositores del siglo XX, así como del periodo clásico, en un México que sigue en pie pero librando una vez más otra batalla por su supervivencia. Aquí es donde la poesía de Guillermo Velázquez toma mayor relevancia ya que a través del estricto estilo de una valona arribeña y con un ritmo marcial en 2/4 acentuado con tresillos, describe con décimas el sentimiento actual de muchos mexicanos que como él, viven en zozobra tanto dentro del país como en el exterior, esperando un cambio significativo que nos lleve a otro estadío social y cultural.

En la última parte de este movimiento y después de recibir un embate sonoro a ritmo de son arribeño en 6/8, secundado por un canto a la esperanza en La menor con el coro y un bajo continuo, el final de esta experiencia musical se torna reflexiva, diminuendo poco a poco en Do mayor, pronunciado el nombre sagrado de nuestra patria: ¡Mezhíko!
Consulte:
http://www.sonesdem exico.com
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