lunes, 11 de enero de 2010

¿QUÉ PUEDE ESPERARSE?

Reynaldo Mota Molina


¿Qué puede esperarse de un "presidente" que no sólo se ha dedicado a engañar y a mentir sino a violar los acuerdos firmados? La más reciente de Felipe Calderón Hinojosa —que no la última, por mayor desgracia— es la violación al Acuerdo Nacional a favor de la Economía y el Empleo, suscrito por el propio Ejecutivo federal, los estatales, los congresos federal y locales, organizaciones sociales y representantes obreros y empresariales, en el cual se acordó entre todas las partes firmantes, desde enero de 2009, no aumentar los precios de las gasolinas durante todo ese año y, a pesar de esto, en diciembre pasado por sus puros "gustos", aumentó el precio de la gasolina magna y el diesel y no conforme, en enero de este año, ocho días después, nos receta otros aumentos en los combustibles y el gas que han disparado los precios, como es obvio, de la canasta básica que se compone de 42 alimentos elementales de la dieta popular, justamente, la clase social más golpeada por Felipe Calderón.

La forma dictatorial de Calderón para ejercer el poder desconoce la existencia del Congreso de la Unión; no le gusta que le digan que no o lo cuestionen y como carece de visión de Estado y sensibilidad, entre otras muchas carencias, prefiere optar por la imposición, al fin y al cabo todos se someten a sus desatinos por no perder privilegios, y quien paga es el pueblo al que tanto desprecia, que no tiene más recursos que su indignación la cual termina tragándosela.

Así, da un mensaje mediático de año nuevo tratando de justificar lo injustificable y nuevas promesas: "Este sera el a;o de la recuperacion". México contará con un seguro universal de salud al final del sexenio, y añadió, "Médicos, medicinas y hospitales para todos los mexicanos"...

Su corifeo y compinche de Hacienda, el delfín gris, Ernesto Cordero, en su comparecencia ante el Congreso no supo explicar lo el incremento de los combustibles y trató de defenderse con la sobada frase, heredada de los priístas, "fue una medida impopular, pero necesaria"… Lo que no dijo, "necesaria" ¿para quién? Para usted o para mí, definitivamente NO. Para Calderón y para el PAN definitivamente SÍ, porque el aumento de los combustibles convertido en impuestos y derechos va a dar a las arcas de Hacienda y ésta los distribuirá entre los gobiernos estatales panistas para los efectos electorales de aquí al 2012, más los que vengan. Sólo así se explica la necesidad urgente —dos aumentos a los combustibles en tan sólo ocho días— sin consultar a nadie.

Según datos de la Secretaría de Energía, México produce el 58 por ciento de las gasolinas, el resto es importado. El costo de producción es de 2.11 pesos por litro, considerando extracción de petróleo, refinación y distribución. El precio de la Magna al día de hoy es de 7.88 pesos, lo que significa que 5.77 son los impuestos indirectos y como nadie sabe cómo los gasta el gobierno federal se puede pensar que también sirven para subsidiar a las grandes empresas que, como poderes fácticos, apoyan y continuarán apoyando la permanencia del PAN en Los Pinos, mientras el ciudadano común, es decir, usted y yo, cargaremos con dichos impuestos y quienes no tienen vehículo también, al usar el transporte público. ¡La "ley de Herodes" en todo su rigor!

El "doctor Catarrito", como se le reconoce a Agustín Carstens, Ex de Hacienda y "flamante" gobernador del Banco de México, no se queda atrás y también promete impunemente: La inflación empezará su descenso hasta 2011, para buscar el objetivo de 3% del Banco de México. "En el caso de los impuestos, para el 2011 ese impacto ya no existirá, se irá desvaneciendo", pero también se cura en salud: "Si se está afectando de manera notoria la inflación que ponga en peligro la convergencia al objetivo de mediano plazo, el Banco de México sí tendría que hacer algún ajuste en tasas". ¿Entonces…?
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