martes, 27 de marzo de 2012

ACREEDORES

Reynaldo Mota Molina

¿Qué tanto le debe Felipe Calderón Hinojosa a Televisa que en más de cinco años no acaba de pagarle… y va por más? Le ha dado de todo; le ha concedido lo que nunca consiguió con muchos otros gobiernos. ¿Cómo fue que Televisa pasó de ser “un soldado del gobierno (priista)”, en tiempos de Emilio Azcárraga Milmo, a ser amo y señor del gobierno panista de Felipe Calderón, ahora en tiempos de Emilio Azcárraga Jean, al grado de que lo tiene a su merced y servicio? Su predominio es tal que puede determinar quién será el próximo presidente de México…

Una prueba de esto es la llamada “Ley Televisa” que en marzo de 2006 fue aprobada por el pleno de la Cámara de Diputados y en sólo 7 minutos y sin siquiera leerla, fue aprobada por unanimidad. La dichosa ley fue confirmada por la Cámara de Senadores “sin cambiarle una coma”. Dicha ley se refiere a las modificaciones a la Ley Federal de Telecomunicaciones y a la Ley Federal de Radio y Televisión, hechas específicamente para favorecer los enormes intereses de Televisa y de TV Azteca, el duopolio que rige a los gobiernos panistas.

Otra prueba es la introducción de personajes en los poderes de la Unión, no solamente afines a las televisoras, sino que han sido directivos de éstas, es decir, sus empleados, ubicados en las listas plurinominales de la próxima legislatura para continuar operando los intereses patronales; hecho que ya sucede en la legislatura actual. Otros “representantes” se encuentran ubicados en el IFE y en el TRIFE y, al parecer, hasta en la Suprema Corte de Justicia (SCJN).

Teniendo la cancha para sí misma, así, solita en casi todos los terrenos de las telecomunicaciones, Televisa se ha opuesto desde siempre y ahora, ferozmente, a que otras empresas pretendan competir en sus dominios monopólicos. En estos momentos la guerra es contra MVS Comunicaciones por el uso del espectro en la banda 2.5 GHz, que permite entre otras cosas los servicios triple play (transmisión de señal de televisión, telefonía e Internet), cuya concesión le había sido renovada a esta corporación y después cancelada a instancias de Televisa, debido a que Iusacell pretende dar el mismo servicio. De ahí la pretendida fusión Televisa-Tv Azteca para utilizar la banda ancha móvil que MVS Comunicaciones ofrece al doble de velocidad y mitad de precio.

Por eso el duopolio de las televisoras tiene terror a la competencia. Lo “inexplicable” es la pasividad del gobierno calderonista para poner las cosas a favor del público consumidor.

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