Hace tiempo que venimos diciendo que Felipe Calderón Hinojosa usaría todo cuanto tuviera a su alcance —que es muchísimo, por no decir todo, en este país nuestro— para perpetuar en el poder, a como dé lugar, al Partido Acción Nacional (PAN) y a los poderes fácticos que lo sentaron en la presidencia hace casi seis años a fin de continuar usufructuando los privilegios obtenidos.
El escándalo más reciente con motivo de la “veda” electoral nos da nuevamente la razón. El aparente “desliz” de posicionar a Josefina Vázquez Mota a sólo 4 puntos del puntero en las encuestas, Enrique Peña Nieto, según el dato sacado de la manga de una encuestadora patito no reconocida por el IFE, no es ninguna “inocentada” sino algo calculado presuntamente por el tenebroso Antonio Solá y cuerpo de “asesores” extranjeros que diseñan la campaña de Josefina rumbo a la presidencia.
Que el dato no es sustentable y discrepa totalmente del resto de las encuestadoras reconocidas, es lo de menos, no era el objetivo, sino provocar el escándalo y la confusión.
El escándalo ha sido mayúsculo porque fue por boca y gráfica del “presidente” de la República que evidenció proselitismo a favor de la candidata virtual del PAN ante nutrido número de consejeros de Banamex, es decir, los señores del dinero, precisamente cuando está prohibido hacer proselitismo.
En la confusión creada se manipulan todo tipo de dimes y diretes en pro y en contra de la burrada de Calderón incluyendo la demanda ante la Fepade, pero el objetivo está logrado: distraer artificialmente la atención del elector, hacerlo creer que el puntero Peña Nieto se ha desplomado y que, en cambio, Vázquez Mota ha subido como la espuma y está a punto de rebasarlo por la derecha, pero principalmente, sobajar a López Obrador en la intención del voto debido a que, indudablemente, les preocupa el avance sostenido de quien hace seis años fue etiquetado por los mismos asesores de Calderón como “un peligro para México”, y que la confusión de los incautos repercuta a favor de la panista.
Seguramente piensan que los incautos suman millones, y por eso la jugada. Consideramos que es tiempo de demostrar —ahora más que nunca— la madurez del voto razonado. Usted tiene la palabra estimado lector.
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