Reynaldo Mota Molina
Ante el mayor sigilo y profundo secreto el gobierno de
Enrique Peña Nieto trataba de culminar un acuerdo comercial con siete países –Australia,
Canadá, Estados Unidos, Japón, Malasia, Perú y Vietnam– desde 2012 en que
inició su gobierno, pero resulta que WikiLeaks
publicó en noviembre de 2013 un borrador del capítulo de Propiedad Intelectual de dicho tratado y se provocó un escándalo a
nivel mundial que aquí los medios alineados del gobierno guardaron cómplice
silencio. ¿Por qué tanto secreto? ¿Qué se esconde a espaldas de los ciudadanos
mexicanos? Seguramente nada para su beneficio y sí en su perjuicio. De otra
manera no habría por qué actuar a escondidas…
No pudiendo continuar el secreto, pero sí el cauteloso
silencio, finalmente el tratado se firmó el pasado 5 de octubre con el nombre: Acuerdo Transpacífico de Cooperación
Económica (TPP, por sus siglas en inglés), bajo un mar de sospecha y
desconfianza incluso del sector empresarial que, en primera instancia, ve un
panorama incierto y amenazador para su economía y desarrollo; en última, los
consabidos jodidos, usted y yo. Dicho acuerdo es un tratado de libre comercio
entre varios países de la Cuenca del
Pacífico que aborda una gran variedad de materias de políticas públicas.
La amenaza se cierne en agricultura, aduanas, bienes
industriales, reglas de origen, textiles, servicios, servicios financieros,
movilidad de personas de negocios, inversión, telecomunicaciones, competencia
con empresas comerciales del Estado, comercio y medio ambiente, compras de
gobierno, derechos de propiedad intelectual, comercio y trabajo, medidas
sanitarias y fitosanitarias, obstáculos técnicos al comercio, remedios
comerciales, y temas legales-institucionales, y todo lo que ello implica, sobre
lo que las instancias respectivas de gobierno guardan absoluto silencio.
Todo este bloque económico y comercial resulta ser una
estrategia de Estados Unidos para detener la expansión de la economía china que
paso a paso se va extendiendo como la primera economía del mundo, que hasta
ahora aún conserva la nación estadounidense.
El gobierno mexicano como siempre, atendiendo las
órdenes de su amo, firmó el acuerdo con países con quienes ya tenía firmados
tratados de libre comercio como Canadá, Estados Unidos, Japón y Perú.
El Tratado de Libre Comercio con Canadá y Estados
Unidos, en vigor desde enero de 1994, tuvo por resultado el abatimiento del
campo mexicano entre otros grandes desastres y la consecuencia de mayor
dependencia alimentaria y económica del país del norte –Estados Unidos nos
abastece de MAÍZ, habiendo sido un producto de origen mexicano– y, claro, el
enriquecimiento de un puñado de políticos y empresarios.
El Tratado de Libre Comercio con Japón está en vigor
desde abril de 2005 y el de Perú desde febrero de 2012. Tal vez a usted le
beneficie en algo la suscripción de dichos tratados pero a la mayoría no. Ya
sabe usted que siempre se esgrime el discurso de que es para beneficio de los
mexicanos…
A la fecha, México cuenta con una red de 15 Tratados de Libre Comercio
con 45 países, 31 Acuerdos para la Promoción y Protección Recíproca de las
Inversiones y 9 acuerdos de comercio (Acuerdos de Complementación Económica y
Acuerdos de Alcance Parcial) en el marco de la Asociación Latinoamericana de
Integración, que sirven para dos cosas… La que le puedo decir es que la balanza
comercial con todos ellos es desfavorable a México. ¿Por qué…?
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