Reynaldo Mota Molina
El incumplimiento de las promesas parece ser tónica de los Calderón Hinojosa. Felipe Calderón prometió ser el “presidente del empleo” y no cumplió; terminó siendo el “presidente de la muerte”. Luisa María (Cocoa) prometió “no participar en política para no ser la hermana incómoda” y cómodamente se ha instalado como precandidata a la gubernatura de Michoacán apuntalada por su incómodo hermano. No en vano ha tratado de limpiarle el camino barriendo al crimen organizado de la entidad. Bueno, al menos lo ha intentado. Bueno, al menos eso parece…
Como pareció ser el rompimiento de Felipe Calderón con la omnipotente Elba Esther, cuyas huestes sentarán a Cocoa en el gobierno michoacano en los comicios del 13 de noviembre próximo ¡faltaba más!, a cuyo efecto firmaron ya las alianzas PAN-PANAL con una trampa de por medio llamada “Por ti, por Michoacán”, que consiste en presentar la candidatura común de Luisa María Calderón Hinojosa de cada partido por separado, sin la rigidez de la coalición acostumbrada. Es decir, los logotipos van por separado y cada ciudadano puede votar por su preferencia pero por el mismo candidato, lo cual no es más que un pirulí, pero que servirá para “medir la fuerza” de ambos partidos, dicen.
Pero no es de a gratis. Cocoa estaría obligada a “otorgar” espacios dentro de su gobierno al PANAL, por ejemplo, los distritos de Lázaro Cárdenas, Huetamo y Uruapan Norte. Este es el negocio de los partidos parásitos. El Panal acaba de apoyar el PRI en los comicios del Estado de México y ahora lo hará con el PAN en Michoacán, por lo pronto. Los parásitos ganan de todas, todas; los que pagamos, a fin de cuentas, somos usted y yo, aunque como dijo aquel: ¿“Y yo por qué”?
Pero en la arena electoral todos hacen trampas y nosotros lo permitimos al hacerles eco y a algunos hasta les causa gracia. Por ejemplo, Marcelo Ebrard (PRD), hace el sainete de su divorcio y se publicita con su nuevo romance; en cierto modo, como antes lo hizo Enrique Peña Nieto (PRI) con su nueva boda para atraer la atención y el regocijo morboso que finalmente se traducirán en votos. La mercadotecnia se vale de todo. Se confunde la política con la farándula, que no es lo mismo pero es igual…
Igual que ambos andan tras el poder electoral de Elba Esther aunque traten de disimularlo -un millón 500 mil votos no son cualquier cosa- y a pesar de que a estas alturas su eficacia en el 2006 a favor de Felipe Calderón sea cuestionada. Lo que es inobjetable es que la diferencia mínima de 0.56 por ciento incluyó las maniobras de la “maestra” que lo sentaron en la silla presidencial.
Los presuntos candidatos o suspirantes de la presidencia acarrean agua a su molino desde hace rato. Ernesto Cordero (PAN), delfín de Calderón, se mueve por todos lados haciendo proselitismo que el IFE no ve ni oye aglutinando declinaciones a su favor, mientras asegura que no dejará la $ecretaría de Hacienda y que por ahora “trabaja” en la elaboración del presupuesto federal para el 2012.
Manlio Fabio Beltrones (PRI) agita todas las banderas para continuar en la escena pública y ahora se envuelve en el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad convocando a todos los legisladores a honrar su palabra y cumplir los compromisos adquiridos en el castillo de Chapultepec. “El sí de los legisladores responde al sentimiento ciudadano. Cuando garanticemos la paz habrá reconciliación y perdón.
Hasta Juan Ramón De la Fuente, exrector de la UNAM, ha sido señalado como posible candidato a la presidencia de la República. No pertenece a ningún partido político y es el único que es científico. Podría ser el candidato idóneo. Analícelo usted. Porque del puñado de panistas, ni a cuál ir; y entre Ebrard y López Obrador, éste, si de veras es inteligente, declinará a favor de Marcelo que tampoco es confiable, como no lo es Peña Nieto.
Negro panorama el de México.
Sin embargo, no perdamos la esperanza de lo que el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad pueda lograr con nuestro concurso. Puede haber allí una coyuntura por dónde salir con bien.
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