¿FALSO O CIERTO?

Reynaldo Mota Molina

El conflicto suscitado en los días recientes entre la sempiterna Elba Esther Gordillo y Miguel Ángel Yunes, exdirector del ISSSTE, tiene los más diversos ángulos de análisis. De ser falso puede ser desde una cortina de humo como distractor de la espiral de violencia que, incontrolable, sigue creciendo como lo constatamos cada fin de semana. El semanario Zeta de Tijuana, B. C., asegura que la cifra de asesinatos relacionados con el crimen organizado es mayor de 50 mil muertos; de éstos por lo menos 24 mil 651 son clasificados por el Gobierno Federal como “otros” y “sin datos”, según el Sistema Nacional de Información. Afirma que en cuatro años y medio del sexenio de Felipe Calderón este tipo de asesinatos aumentaron 575 por ciento, en relación con la administración de Vicente Fox Quesada, que ciertamente, no fue ejemplar.

También puede ser por ocultamiento de acuerdos de privatización de ciertas áreas de Petróleos Mexicanos o de los yacimientos de petróleo recién localizados…; ¿Acaso de la privatización de la educación…? ¿O qué más? Pasado el escándalo bien podríamos encontrarnos con una desagradable sorpresa… Así es el gobierno de Calderón.

Si el enfrentamiento es cierto, acusó fisuras la relación Elba Esther-Felipe Calderón a principios de mayo pasado por diferencias en cuestiones sindicales. Fue la ocasión en que la “maestra” dijo visualizar su relevo y afirmó: ¡Con Elba o sin Elba no hay quien pare al SNTE! Se negoció lo que había qué negociar y las cosas volvieron aparentemente a su cauce. Hubo otras escaramuzas mientras Elba Esther posicionaba su influencia política dentro y fuera del PAN ante la inminencia de los comicios del 3 de julio con vistas al 2012.

Así, el 29 de junio en una inusual conferencia de prensa reveló haber apoyado a Felipe Calderón en las elecciones de 2006, pactado reformas con él y un acuerdo político para que algunos miembros de su “grupo reformador”, como Roberto Campa, encabezara el Sistema Nacional de Seguridad Pública; Francisco Yánez la Lotería Nacional y Miguel Ángel Yunes la dirección del ISSSTE, pero omitió la designación de su yerno, Fernando González Sánchez, como subsecretario de Educación Básica de la Secretaría de Educación Pública (SEP).

También dijo que la negociación con Calderón se dio luego de que fue imposible tener contacto con el candidato priísta Roberto Madrazo, después de que la expulsaron del PRI, y que “el otro señor (Andrés Manuel López Obrador) no respondía, no quería hablar con nosotros”. Y remató: “Para la presidenta del SNTE “los arreglos” en la política “no deben avergonzar a nadie”. “A mí no me avergüenzan. Yo hago política”.

Deslindándose, expuso que hay “claras evidencias de malos manejos” sobre la gestión de más de 58 mil millones de pesos durante la administración de Yunes en el ISSSTE y exigió una auditoría a fondo.

Más de una semana después Felipe Calderón aceptó haber tenido dichos acuerdos: “Ella planteó exigencias de participación en el gobierno que, coincido, no deben asombrar a nadie…”

Para entonces Yunes ya había tronado contra la “maestra” a quien acusó de haberle exigido 300 millones de pesos en 2009 y 20 millones de pesos mensuales para su partido Nueva Alianza (PANAL): "Elba Esther Gordillo quiso corromper al ISSSTE y no lo permití", repetía enfático.

El escándalo provocó una avalancha de dimes y diretes entre los actores. No faltó quien dijera que se trataba de acabar con la “maestra”. Finalmente la Secretaría de Gobernación con intención de lavar la cara al ISSSTE, por aquello de las dudas, entró al quite: "Hay auditorías aplicadas al Instituto que siguen su curso, con o sin estas denuncias; sin embargo, las autoridades competentes deben investigar y pronunciarse".

Lo curioso de todo esto es que nadie, nadie, exige formalmente una auditoría al PANAL ni al sindicato (SNTE) de la maestra, ni a la Lotería Nacional, lo que hace suponer que sólo ha sido una llamarada de petate que empieza a apagarse y quedará en nada… ¿Qué hubo detrás?

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