martes, 14 de agosto de 2012

¿POR QUÉ?

Reynaldo Mota Molina

En su cuesta abajo Felipe Calderón Hinojosa está decidido a arrollar lo que aún queda medio en pie en este país para dejarlo convertido en añicos, tal vez por puro desquiciado gusto o quizá para que sea absorbido más fácilmente por Estados Unidos o por alguna otra potencia interesada en la mano de obra barata de los mexicanos, en contubernio con los poderes fácticos y con quienes seguramente lo sucederán en el gobierno.
El hecho de arrebatarle a MVS Comunicaciones la concesión de la banda 2.5 Gigahertz (GHz), va mucho más allá de perjudicar a la empresa que a través de su red informativa, como Noticias MVS, dio cuenta precisa de lo acontecido en la vida política, social y económica de la nación y del mundo entero con un sentido objetivo, veraz, analítico, crítico y de opinión, que en diversas ocasiones incomodaron a Felipe Calderón. Baste recordar que por un comentario editorial de la periodista Carmen Aristegui en su noticiario matutino del 4 de febrero de 2011, desde la oficina presidencial se instruyó a la empresa para destituirla de dicho espacio noticioso. Afortunadamente Aristegui hizo valer lo injustificado del despido respaldada por una  sociedad activa, participativa y exigente que hizo reflexionar a la empresa y las cosas retornaron a su cauce normal. 
Ahora, nuevamente bajo alta presión del gobierno calderonista por la renovación de las concesiones otorgadas a MVS Comunicaciones, ésta titubeó en sacar al aire una colaboración de John M. Ackerman, investigador de la UNAM, especialista en derecho electoral, quien recientemente publicó un extenso estudio sobre los criterios de nulidad de elección del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, con el periodista Luis Cárdenas, Segunda Emisión de Noticias MVS, en la que argumentaba la posible nulidad de la elección presidencial del 1 de julio.
El propio Ackerman en su renuncia pública a dicho espacio noticioso menciona: “Lo más lamentable de toda esta situación es que al indagar más al respecto, he llegado a descubrir que la suspensión de la transmisión de mis colaboraciones no fue una decisión unilateral por parte de la empresa que usted preside (Joaquín Vargas) para “quedar bien” con quien ya se ostenta como “presidente-electo”, sino una obediente respuesta a una solicitud explícita formulada por personas cercanas al equipo de Peña Nieto”.
De nada le valió a MVS Comunicaciones el remilgo porque, como suele hacerlo Felipe Calderón, visceralmente decidió despojar a esta empresa la concesión de la banda 2.5 GHz, de la que poseía casi 190 Megahertz (Mhz), espectro que en su momento se otorgó a la empresa de la familia Vargas para dar servicio de televisión por microondas e Internet, argumentando por medio de Dionisio Pérez Jácome, secretario de Comunicaciones y Transporte (SCT), estar "subutilizadas".
La decisión al parecer fue tomada durante una visita que Felipe Calderón y Pérez Jácome realizaron al Museo del Vino en Baja California. Días después el titular de la SCT, sin mediar razones técnicas, jurídicas ni económicas, anunció el “rescate” de 42 franquicias de la frecuencia 2.5 GHz por las que el grupo de radio y televisión MVS proyectaba ofrecer servicios de Internet de banda ancha fluida, rápida, directa y mucho más económica para los usuarios, para lo cual tenía presentados los proyectos respectivos y esperaba la renovación de las concesiones en cuestión.

Entre 2005 y 2009 venció la vigencia de 20 de los 60 títulos de concesión que posee MVS Comunicaciones en esta banda, asignada a finales de los años 90 para servicios de televisión por microondas. A partir de entonces realizó las gestiones necesarias para renovar dichas concesiones ante los organismos correspondientes encontrando siempre obstáculos de todo tipo en la propia SCT, la SHCP y en las instancias responsables de las telecomunicaciones en México.
El asunto está en que la beneficiaria directa de este despojo es Televisa, para no variar, y Tv Azteca, con gran perjuicio para la sociedad, en su economía y en su derecho de selección de entretenimiento, información y comunicación en todos los ámbitos relacionados con las telecomunicaciones. 
La pregunta es: ¿Por qué tanto odio en contra del país que le dio todo incluyendo la presidencia?

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martes, 7 de agosto de 2012

AFRONTAR EL RIESGO

Reynaldo Mota Molina

Decidido a volver a Los Pinos a como diera lugar y al costo que fuera, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) armó una compleja trama para financiar la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto con dinero proveniente de diversas fuentes y hasta de países extranjeros como España, Israel, Italia y Estados Unidos, así como del presunto lavado de dinero del narcotráfico, según las investigaciones que se llevan a cabo.
La compra de millones de votos como elemento fundamental para asegurar el resultado de la “elección” garantiza a los “inversionistas” el rédito correspondiente y al partido la recuperación del poder absoluto para ocultar las negociaciones del entramado en la más profunda oscuridad y olvido. Todo es cuestión de que transcurra el tiempo establecido para que Peña Nieto sea ungido presidente de la República, a la vieja usanza priista, y toda pretensión de esclarecimiento del fraude electoral se quede en el camino, lo mismo que la pretendida anulación de la elección por las irregularidades expuestas.
Por eso resulta intrascendente que el PRI reconozca ahora lo que antes negó: la contratación de empresas mercantiles para transferencia de recursos a su estructura electoral, prohibida por las leyes electorales, y más, contando con la complicidad de los tribunales. El PRI sigue apostando a que todos somos idiotas y creamos que verdaderamente se ciñó a los 332 millones de pesos que les regalamos para hacer la pantomima democrática.  
La cuantiosa —cuantiosísima— inversión en especie y en dinero con que los poderes fácticos compraron la presidencia de México a través de Enrique Peña Nieto implica que tendrán secuestrado al país: Televisa, Tv Azteca, los de aquí, los de allá y todos los que a partir de que éste rinda la protesta de rigor, estarán reclamando el pago de sus dividendos durante los próximos seis años. Tal vez Peña no pueda vender territorio, pero pondrá especial empeño en el patrimonio nacional con Pemex por delante, la educación y la seguridad social.
Con la educación tecnológica universitaria, es decir, el nivel técnico, no de desarrollo, continuará proveyendo la mano de obra calificada barata a Estados Unidos, España, Israel, Alemania y otros países europeos cuyos beneficios se quedan allá, mientras el país continuará estancado en la ignorancia y la economía improductiva porque en la pobreza, la masa es manipulable en beneficio de quienes la manejan.
Con el esbozo de estas perspectivas nada halagadoras podemos ver lo que el porvenir nos depara con el PRI en Los Pinos. La figura de Enrique Peña Nieto es irrelevante; es sólo el gancho para atraer a los incautos. Nunca pensamos que hubiera tantos en México.

Los salinistas se aprestan a tomar el poder real en las posiciones que ya habían determinado. Vuelven Pedro Aspe Armella, José Córdoba Montoya, entre otros, que fueron piedras angulares en la estructura de Carlos Salinas, aunque tal vez no aparezcan como figuras de primer nivel. La gente más cercana de Enrique Peña Nieto tiene nexos directos con los salinistas que iniciaron la debacle del país en el funesto sexenio 1988-1994, como es Luis Videgaray, brazo derecho de Peña Nieto.
Por eso es indispensable mantener con toda la fuerza la inconformidad a la imposición de Enrique Peña Nieto y el reclamo de invalidez de la elección.
Siempre será mejor afrontar el riesgo de invalidar la elección presidencial que aceptar la imposición autoritaria de los poderes fácticos.

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IMPUNIDAD

Reynaldo Mota Molina

Las agresiones a periodistas continúan con la misma frecuencia e impunidad de siempre pese a la tan cacareada Ley de Protección a Defensores de Derechos Humanos y Periodistas, cuyo decreto firmó en junio pasado Felipe Calderón Hinojosa para su incorporación a la Constitución Política mexicana. “A todos ustedes, mexicanas y mexicanos valientes que ejercen el periodismo y la defensoría de los derechos humanos, quiero decirles que no están solos —dijo Calderón durante el acto—. Tengo la convicción y la voluntad de seguir trabajando hasta el último día de mi gobierno para llevar ante la justicia a quienes pretendan, mediante la agresión, la intimidación o la violencia, cancelar las libertades ciudadanas. El Gobierno Federal ha estado y estará a su lado para protegerles a ustedes y a toda la ciudadanía”.
Sin embargo, dos semanas después, la periodista Sanjuana Martínez Montemayor, del periódico La Jornada, fue detenida y encarcelada en San Nicolás de los Garza, Nuevo León, por policías encapuchados y armas largas que penetraron con violencia a su domicilio a punto de romper la puerta, comandados por la jueza Luz María Guerrero Delgado, titular del juzgado 15 oral en materia familiar, a quien Sanjuana denunció el día anterior por corrupción ante el Consejo de la Judicatura de Nuevo León. La rápida intervención de los medios —no alineados— a nivel nacional, periodistas, defensores de derechos humanos, familiares y amigos, lograron su liberación al día siguiente.

Lydia Cacho, periodista y escritora que denunció la red de explotación sexual infantil en su libro “Los Demonios del Edén”, en que descubrió la participación de Mario Marín, el “gober precioso” de Puebla y Camel Nacif, el rey de la mezclilla, y de otros personajes involucrados en la pornografía infantil, y “Esclavas del Poder” en el que descubre la red internacional de trata sexual de mujeres y niñas, que involucra también a políticos y gente del poder económico, se ha visto obligada a emigrar del país debido a las fuertes amenazas de muerte recibidas a pesar de contar a medias con un sistema de seguridad al que sólo es posible acceder mediante códigos especiales controlados por el Ejército y la Marina.

En su cuenta de Twitter Lydia escribió el sábado pasado que se trata de una “medida de seguridad” advirtiendo: “nadie me sacará de mi hogar”.
Las agresiones a periodistas se resumen en una sola palabra: IMPUNIDAD.

sábado, 4 de agosto de 2012

LA HERENCIA

Reynaldo Mota Molina

Ya de salida, Felipe Calderón Hinojosa insiste en dejar una herencia maldita de su paso como “presidente” de la República mexicana. Por lo visto, no le bastan los más de 60 mil muertos que ha dejado su mal dada “guerra” contra el narcotráfico que no solucionó nada sino que exacerbó la violencia, multiplicó el número de cárteles e intensificó la drogadicción entre jóvenes y niños, provocando además, un sinfín de daños colaterales como las viudas, huérfanos, madres, hermanos dolientes, abandonados en la impunidad de los asesinos y en la injusticia social, y de muchos otros males para la nación.
Deja un Ejército dividido y desprestigiado. La institución militar que fue disciplinada, honorable y respetada hasta el 2006, hoy es más bien temida y con generales de alto rango que se disputan a la mala la titularidad de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) por el botín que significa el alto presupuesto —sin precedentes— que Calderón le asignó, como presunta compra de su incondicionalidad y para su seguridad personal.

No conforme, traicionó a las víctimas de la violencia haciendo creer que se promovería la Ley General de Víctimas, que obligaría al Estado a prevenir, investigar y reparar daños ocasionados por la delincuencia organizada y por violaciones de derechos humanos, entre las que se incluyera la desaparición forzada de personas, pero una vez pasadas las elecciones del 1 de julio, en vez de proclamarla, la vetó y así permanece.
Pasando sobre el Senado, que oficialmente le recomendó no firmar el Acuerdo Comercial contra la Falsificación (ACTA, por sus siglas en inglés) porque viola garantías de los mexicanos previstas en la Constitución, atenta contra la libertad de los usuarios de Internet y abre la posibilidad de intromisiones en la privacidad de los usuarios, una vez pasado el 1 de julio suscribió subrepticiamente dicho acuerdo que intenta limitar el acceso a nuevas tecnologías de la información y la comunicación a amplios sectores de las sociedades de México y el mundo.
Sin mirarse en el espejo dice que entre los aspirantes panistas a las elecciones de julio hubo “candidatos pigmeos que no estuvieron a la altura de las circunstancias”, omitiendo que éstos fueron previamente “palomeados” por él mismo. Tal vez a eso se deba la debacle del PAN. Lo que toca Calderón se convierte en desastre.

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