miércoles, 18 de enero de 2012

PRIORIDADES

Reynaldo Mota Molina

Como era sabido el PAN ha comenzado a hacer evidentes los subterfugios de que puede disponer para acorazarse tratando de conservar el poder supremo ante los comicios del mes de julio próximo; una de ellas, anular las elecciones de Morelia, Michoacán, tierra natal de Felipe Calderón, para hacer que siga en manos panistas; por lo pronto eso. Jugada inesperada, designar a Isabel Miranda de Wallace, luchadora social en contra del secuestro, como candidata a gobernar el Distrito Federal, centro de las decisiones políticas y económicas del país, ante la mirada atónita de los cinco aspirantes panistas que se quedaron con un palmo de narices ante la “democrática” decisión de su partido.

La maniobra burda —como la mayoría de las acciones panistas— muestra que doña Isabel será usada solamente como escudo para tratar de conquistar la estratégica plaza, pero que en caso de ganar, será la cúpula quien gobierne aprovechando la inexperiencia y falta de oficio de la mujer esforzada que cedió al canto de las sirenas.

Otra, es la presencia del Papa Benedicto XVI, precisamente durante los días que arranca el proceso electoral, con el claro objetivo de inclinar la balanza a favor del candidato del PAN utilizando la fe del pueblo mexicano, católico en su gran mayoría. De ninguna manera es casual que el lugar escogido para la visita del Pontífice sea precisamente el estado de Guanajuato —¿recuerda usted que Vicente Fox quería guanajuatizar al país por las implicaciones que esto contiene?, gobernado por panistas desde hace veinte años.

“El gato escondido y la cola de fuera” reza el dicho popular y así le sucede al PAN. Escondido en los entretelones preelectorales deja fuera la cola perversa de su gobierno calderonista con la Estela de Pus, digo, de Luz, que con dos años de retraso, dizque conmemora el Bicentenario de la Independencia de México; “es emblema de una nueva era”, al decir de Felipe Calderón, y “es casa de todos los mexicanos…”. Pero el colosal monumento en forma de galleta, que en nada identifica al pueblo mexicano ni a la gesta independentista, está plagado de actos de corrupción, irregularidades, retrasos, y con un altísimo costo: un mil 36 millones y medio de pesos, que ha servido sólo para exacerbar aún más el irritado ánimo de la ciudadanía que califica la obra como: Monumento de la Impunidad, Estela de la Vergüenza, Chatarra Millonaria, Estela de la Corrupción entre otras denominaciones burlonas.

Esto, independientemente de que dicho despilfarro millonario no representa a nadie, está costeado con dinero público, que en la insensibilidad de Felipe Calderón y de su gobierno no son capaces de ver la hambruna que está viviendo hoy en día la Sierra Tarahumara a causa de la prolongada sequía en el estado de Chihuahua y otras entidades norteñas en donde están muriendo niños y adultos rarámuris a causa de la desnutrición y otras enfermedades derivadas de ésta, igual que en África.

Es inhumana e infame, por decir lo menos, la actitud del gobierno calderonista que prefiere derrochar nuestro dinero en obras suntuarias e inútiles antes que atender las necesidades urgentes de gente que literalmente está muriendo de hambre.

La pobreza, la desnutrición y las enfermedades de los indios rarámuris —al igual que los indígenas de otras regiones del país— son ancestrales debido, en gran parte, a la marginación, despojo y explotación de que han sido y siguen siendo objeto por parte de los gobiernos estatales y federales de cualquier color.

“Estamos en una situación agrícola muy extrema y las ayudas son muy relativas — comenta Martín Solís de la organización El Barzón a Marcela Turati de la revista Proceso—, son despensas de uso electorero, muy puntual, y no para generar capacidades. Otra vez se acude al reparto de cobijas, despensas y ahora Calderón ofreció tarjetas de débito; la misma respuesta paternalista, de dádiva, en vez de revisar de fondo la situación de hambre estructural…”

Proceso constató que los encargados municipales de la Coordinadora Estatal de la Tarahumara, dependencia del gobierno que atiende la cuestión alimentaria de los indígenas, tuvo que cubrir cuotas de acarreo de indígenas para el mitin de Enrique Peña Nieto, el pasado domingo 8 en Chihuahua.

Como siempre, los buitres al acecho…

Para ampliar imágenes dar clic en ellas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario