El presidencialismo en México ha tenido rupturas que consecuentemente inciden de forma directa en la vida de los mexicanos. La ocurrida entre el general Lázaro Cárdenas Del Río y el expresidente Plutarco Elías Calles, el llamado “Jefe Máximo”, allá por 1936, fue la única beneficiosa para el país pues permitió consolidar muchos aspectos políticos, sociales y económicos de la post-revolución.
No así con la acontecida en 1994 entre el expresidente Carlos Salinas de Gortari y el entonces presidente Ernesto Zedillo Ponce de León con aquello del famoso “error de diciembre”, que puso al descubierto que la estabilidad económica de que tanto alardeaba Salinas, no era más que un mito del que hasta ahora seguimos pagando las consecuencias.
La más reciente, entre los expresidentes Miguel De la Madrid Hurtado y nuevamente Carlos Salinas de Gortari, se debió —tal vez— a un acto de conciencia de De la Madrid en las postrimerías de su vida, en que decide denunciar la inmoralidad y corrupción de Salinas: "Me siento decepcionado, me equivoqué", dijo en entrevista a Carmen Aristegui el expresidente que tuvo como lema de gobierno “La renovación moral”. Sin embargo, unas horas después de difundida la entrevista fue obligado a retractarse: “mis respuestas carecen de validez y exactitud”. Triste y humillante fin de un mandatario de la nación.
Los encargados de operar tal afrenta, supuestamente por órdenes expresas de Carlos Salinas, fueron Emilio Gamboa Patrón, secretario particular de De la Madrid durante su sexenio, secretario de Comunicaciones y Transportes con Salinas, actualmente coordinador de los diputados federales del PRI, a quien se le oyó decir telefónicamente: "Si señor Presidente". El interlocutor no era Felipe Calderón, sino el expresidente Carlos Salinas. Otros operadores fueron Francisco Rojas, director de Pemex en aquel entonces, Ramón Aguirre, jefe del Departamento del Distrito Federal en aquella época y, peor aún, los propios hijos Enrique y Federico De la Madrid, el primero, director actual de Financiera Rural y ambos con “flancos vulnerables”. La orden fue determinante: “…de aquel lado, del que hace las delaciones, también existen historias qué contar… y si no hay desistimiento, van a salir…”
Operadores indirectos, Felipe Calderón Hinojosa y el secretario de Gobernación,
Fernando Gómez Mont, que “algo” tendrían qué decir y, sin embargo, guardan silencio cómplice, lo mismo que Televisa y Tv Azteca…
Virtual “jefe máximo”, durante su sexenio (1988-1994), Carlos Salinas tejió maquiavélicamente una amplia red de complicidades e intereses políticos y económicos dentro y fuera del país que le permiten continuar ejerciendo poder e influencia definitiva aún dentro de los gobiernos panistas, productos de turbias negociaciones.
Nunca conoceremos los motivos de Miguel De la Madrid…