domingo, 22 de febrero de 2009

CRIMEN CONSUMADO CONTRA LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN

Por Lic. Reynaldo Mota Molina

La confabulación orquestada desde Los Pinos en la época de Vicente Fox y continuada por el gobierno de Felipe Calderón, entre Grupo Radio Centro y las autoridades de “justicia” del país, según lo ha demostrado reiteradamente el periodista José Gutiérrez Vivó, presidente y director general de Diario Monitor, para aniquilar este último reducto de GRUPO MONITOR, que fue el productor de los noticiarios de mayor confiabilidad y audiencia de la República Mexicana, culminó con el cierre definitivo de dicho rotativo ante el acoso de que fue objeto por parte del IMSS, del Infonavit y de la Secretaría de Hacienda, además de que “le fueron intervenidas dos cuentas bancarias por parte de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores”, según lo informó el propio Gutiérrez Vivó, que impedía seguir editando el Diario Monitor.


De esta forma se consuma el crimen más abyecto contra la libertad de prensa y del derecho a la información de la sociedad que establece la Constitución Política de México, que quedará en la impunidad absoluta y cargo de conciencia -esperamos- del Estado que, además, está suprimiendo la fuente de trabajo de más de mil personas que laboraban en la organización que por su calidad y eficacia se convirtió en el prototipo de los noticiarios de radio y televisión que copiaron el formato, pero nunca el contenido “comprometido con la verdad” que establecía el lema de GRUPO MONITOR.

La atrocidad de este golpe a la libertad de expresión se interpreta como una advertencia del gobierno para acallar y demoler las voces que informan, analizan y cuestionan su actuación errática. ¿Será acaso la implementación del Estado totalitario?

Menos mal que nos encontramos en el proceso preelectoral de julio próximo en el que la ciudadanía, que no es tonta, mostrará su inconformidad ante los atropellos del gobierno de Felipe Calderón, los poderes fácticos y los colores blanquiazules a través de su voto de castigo o bien, absteniéndose de acudir a las urnas.

¡No hay mal que dure cien años…!

domingo, 15 de febrero de 2009

DESPILFARROS EN PLENA CRISIS

Por Lic. Reynaldo Mota Molina

Para los políticos y los partidos políticos no hay crisis, es más, estamos en jauja; ¿no ve usted cómo el Congreso y el IFE distribuyen generosamente más de 3 mil 633 millones de pesos entre los partidos para gastos electorales financiados con dinero público, es decir, el dinero de usted y el mío, todo para simular que vivimos en un “sistema democrático”?

De este suculento pastel el PAN recibe una rebanada de MIL 9.9 millones de pesos; el PRI, 706.5 millones; PRD, 607.1 millones; PVEM, 304 millones; PT, 287.9 millones, Convergencia, 272.2 millones; Nueva Alianza, 255.1 millones y PSD, 189.9 millones, para cubrir el gasto ordinario, el de campaña y “actividades específicas”, es decir, para sus chuchulucos y demás...

La gran pregunta o inocentada, como prefiera usted: Si estamos en plena crisis económica ¿por qué no se aplica este dinero a proyectos productivos entre la población más necesitada para paliar, cuando menos, una parte del problema, y nos dejamos de una vez por todas de gastos suntuarios e inútiles…?

Pero es por demás. El duopolio Televisa-TV Azteca, por ejemplo —mal ejemplo—, no está dispuesto a perder un gramo del pastel y arrebata lo que sabe es suyo incluyendo al gobierno calderonista, pasa por encima de todos y en plenas transmisiones de los partidos de fútbol soccer y americano las interrumpe en los momentos culminantes, sin el menor respeto al televidente, para transmitir los spots ordenados por el IFE, aplicando de esta forma prepotente y abuso de poder fáctico, presión para que la llamada Ley Televisa se imponga tal y como ellos quieren. ¿El IFE, La Secretaría de Comunicaciones (SCT) y el Congreso?, doblegados como siempre.

Pero la crisis no es solamente económica sino de visión de Estado. Felipe Calderón fue a Davos, Suiza, a turistear y además, a presentar ante el Foro Económico Mundial la “genial” idea de establecer Fobaproas para sortear la debacle internacional —al fin y al cabo el pueblo paga—. Dijo: “Es absolutamente importante y urgente, además, ahorrar o limpiar el sistema bancario, ya lo hicimos hace diez años en México; nos costó 15 o 20 puntos del PIB, pero hoy en día nuestro sistema bancario es realmente sano”. Aunque el pueblo esté en la mayor pobreza y el país en recesión, le faltó decir.

Otra visión equivocada: ¿Por qué ir a Davos en el momento en que allí el neoliberalismo vive los últimos estertores de su agonía ante el fracaso de su modelo económico? Prueba de ello es la ausencia del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y otros mandatarios del “primer mundo”. En cambio, menosprecia el Foro Social Mundial en Brasil (FSM) en donde se reúnen mandatarios latinoamericanos, más cercanos a nuestra problemática, para analizar nuevas vías de organización y sistemas más justos que repercutan en una mejor calidad de vida para la sociedad.

Otra más: Felipe Calderón corrió presuroso a entrevistarse con Barack Obama antes de que éste recibiera la investidura presidencial a ofrecer una "alianza estratégica" entre ambos países en materia de seguridad y asegurar la vigencia del Plan Mérida a cambio de nada. Nada en favor de los derechos de los inmigrantes mexicanos ni de apoyos para salir de la crisis económica. Recibió, eso sí, palmaditas cordiales obligadas.
(Para ampliar dar clic en la imagen)

La visión de Estado no es algo que se les de a los gobiernos panistas; sólo atienden sus intereses, son egoístas e irresponsables. ¿Mayor muestra? ¡Vicente Fox! en la reunión que tuvo con alcaldes panistas en la cual los exhortó a que salgan a hacer campaña a favor de sus candidatos y a dejar encargado el changarro, como él lo hizo con la presidencia de la República, durante los seis años de su gobierno… El sólo reproducir ésto me causa náusea por la indignación. Usted perdone.

sábado, 7 de febrero de 2009

“MÉXICO ANTE LA CRISIS”

Por Lic. Reynaldo Mota Molina

Ø Con este tema los legisladores organizaron un foro en el que buscaban encontrar “¿Qué hacer para crecer?” La respuesta llegó de inmediato en la voz diáfana y precisa de la investigadora mexicana y analista política Denise Dresser, catedrática del ITAM, en el cual no solamente les expuso, de frente, el QUÉ sino el CÓMO y, además, el POR QUÉ no crecemos, mediante una magistral participación en la que el pleno de la audiencia legislativa se puso de pie, emocionado, para aplaudirla en absoluto reconocimiento a sus inobjetables razonamientos, salvo dos excepciones: Manlio Fabio Beltrones (PRI) exhibiendo su soberbia estúpida y Carlos Navarrete (PRD) su pequeñez ratonera.

Ø La voz de Denise Dresser puede decirse que era la voz de millones de mexicanos.

Ø La revista Proceso publicó en su número 1683 trece puntos sustantivos y elocuentes de dicho discurso bajo el título “¿Por qué México no crece?”, con lo que coincidimos totalmente por ser el meollo del problema, mismos que reproducimos a continuación:

1. Porque el modelo económico mexicano no tiene la mezcla correcta de Estado y mercado, regulación e innovación; es un ejemplo de lo que el Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, llama crony capitalism: capitalismo de cuates, capitalismo de cómplices, que funciona con base en la discrecionalidad y la colusión, no con base en las reglas claras o la transparencia.

2. Porque el Estado protege privilegios, defiende cotos, elige ganadores, y permite la perpetuación de un pequeño grupo de oligarcas con el poder para vetar reformas que perjudicarían sus intereses.

3. Porque esas prácticas nocivas han construido un andamiaje de privilegios y monopolios y duopolios y nudos sindicales que, a su vez, producen cuellos de botella en sectores clave para el desarrollo de cualquier país: telecomunicaciones, servicios financieros, transporte, energía, entre otros.

4. Porque México carga con los resultados de esfuerzos fallidos por modernizar su economía durante los últimos 20 años. Las reformas de los ochenta y noventa entrañaron la privatización y la liberalización comercial. Pero esas reformas no produjeron una economía de mercado dinámica debido a la ausencia de una regulación gubernamental eficaz, capaz de crear mercados funcionales, competitivos. Prevaleció la discrecionalidad entre los empresarios que se beneficiaron de las reformas y los funcionarios encargados de regularlos.

5. Porque debido a ello, México está atrapado por una red que opera a base de favores y concesiones y protección regulatoria que el gobierno empresarial ofrece y la cúpula empresarial exige para invertir; una red intrincada de actores que capturan rentas a través de la manipulación o la explotación del entorno económico, en lugar de generar ganancias legítimas a través de la innovación o la creación de riqueza. Y los consumidores de México contribuyen a la fortuna de los rentistas cada vez que pagan la cuenta telefónica. La conexión a internet. La cuota en la carretera. La tortilla con un precio fijo. La comisión de las Afores. La comisión por la tarjeta de crédito.

6. Porque la concentración de la riqueza y del poder económico entre esos “jugadores dominantes” con frecuencia se traduce en ventajas injustas, captura regulatoria y políticas públicas que favorecen intereses particulares. Peor aún, convierte a los representantes del interés público –presidentes, secretarios de Estado, senadores, diputados– en empleados de los intereses atrincherados del país.

7. Porque entonces no queda claro quién gobierna. ¿El Senado de la República o Ricardo Salinas Pliego cuando logra controlar los vericuetos del proceso legislativo, como lo hizo en el caso de los corresponsales bancarios? ¿La Comisión Nacional Bancaria o los bancos que se rehúsan a cumplir con las obligaciones de transparencia que la ley les exige? ¿La Comisión Federal de Competencia o Carlos Slim? ¿La Secretaría de Educación Pública o Elba Esther Gordillo? ¿Pemex o Carlos Romero Deschamps?

8. Porque el meollo detrás de la mediocridad económica de México se encuentra en su estructura económica y las reglas del juego político que la apuntalan; una estructura demasiado pesada en la punta de la pirámide; una estructura oligopolizada donde unos cuantos se dedican a la extracción de rentas a costa de los consumidores; una estructura armada con complicidades y colusiones que el gobierno permite y de la cual también se beneficia.

9. Porque muchos miembros del gobierno hablan del crecimiento económico como primera prioridad, cuando en realidad lo perciben como una meta secundaria. Más bien buscan asegurar un grado mínimo de avance para mantener la paz social, pero sin alterar la correlación de fuerzas existente; sin cambiar la estructura económica de manera fundamental. De allí la propensión a anunciar medidas cortoplacistas, a eludir las distorsiones del sistema económico, a llegar a acuerdos que tan sólo institucionalizan el statu quo.

10. Porque ese modelo ha producido monstruos; ese apoyo gubernamental a ciertas personas y a ciertos grupos ha producido monopolios y duopolios y oligopolios y líderes sindicales rapaces que ya no pueden ser controlados. Esas “criaturas del Estado”, como las llama Moisés Naim –el editor de la revista Foreign Policy–, hoy amenazan con devorarlo.

11. Porque sólo así se entiende la devolución de 550 millones de dólares a Ricardo Salinas Pliego por intereses supuestamente “mal cobrados”, un día antes del fin del sexenio de Vicente Fox. Sólo así se comprende la manera en la cual tanto la Cámara de Diputados como la de Senadores aprobaron la llamada Ley Televisa. Sólo así se entiende que nadie en el gobierno levante un dedo cuando TV Azteca viola la ley al rehusarse a transmitir los spots del IFE o se apropia del Cerro del Chiquihuite. Sólo así se comprende que la reforma a Pemex deje sin tocar el asunto del sindicato. Sólo así se entiende que a Elba Esther Gordillo se le permita colocar a un alfil suyo al frente de la Lotería Nacional. Sólo así se comprende la posibilidad de darle entrada a Carlos Slim a la televisión sin obligarlo primero a cumplir con las condiciones de su concesión original. Síntomas de un gobierno ineficaz. Señales de un gobierno doblegado. Muestras de un gobierno coludido.

12. Porque los efectos de este modelo son cada vez más onerosos y cada vez más obvios. La crisis tan sólo exacerba los problemas que venimos arrastrando desde hace décadas. Mucha riqueza, pocos beneficiarios. Crecimiento estancado, país aletargado. Intereses atrincherados, reformas diluidas. Poca competencia, baja competitividad. Poder concentrado, democracia puesta en jaque. Y un gobierno que en lugar de domesticar a las criaturas que ha concebido, ahora vive aterrorizado por ellas.

13. Porque la respuesta, como lo sugería Ricardo Lagos en el foro organizado por el Senado, en el fondo es política. Tiene que ver con la inauguración de un nuevo modelo de relación entre el Estado, el mercado y la sociedad. Si la clase política no logra ponerse de acuerdo sobre cómo construir los cimientos del capitalismo democrático, dinámico, incluyente, México será un país condenado al subdesempeño crónico. Un terreno fértil para los movimientos en contra de las instituciones. Una nación que cojea permanentemente debido a los monopolios públicos y privados que no logra desmantelar, los arreglos corporativos que no logra democratizar, los “centros de veto” que no logra contener; los usos y costumbres del poder que no logra cambiar. Y continuará siendo lo que Felipe Calderón llama “un país de ganadores”, pero donde siempre ganan los mismos.

lunes, 2 de febrero de 2009

EL PROCESO ELECTORAL

Por Lic. Reynaldo Mota Molina

Dentro ya del proceso electoral para los comicios del mes julio próximo los partidos políticos han iniciado la rebatinga para su mejor posicionamiento ante la ciudadanía y empiezan a explotar temas de impacto mediático ante el vacío absoluto de planes y estrategias viables, perfectamente definidas, que permitan o por lo menos coadyuven a salir de los graves problemas que aquejan a esta ciudadanía —crisis económica, desempleo, pobreza, inseguridad, narcotráfico, corrupción, impunidad, injusticia, etcétera, etcétera, etcétera—, gracias, precisamente, a la improvisación, al oportunismo, al mal gobierno y al mal uso de los medios —sin los cuales los políticos no pueden vivir ni los medios sin la jugosa egolatría de los políticos—, sin medir las consecuencias sociales profundas y trascendentales que sus planteamientos ligeros puedan traer a esos mismos ciudadanos de los que, desde ahora, tratan de extraer su voto como si de veras fuera decisivo en la próxima elección “democrática”.


Así, el Partido Verde Ecologista (PVEM) se pronuncia a favor de la pena de muerte… El partido Socialdemócrata (PS) por la legalización de las drogas…, con cuyas banderas han iniciado sus respectivas campañas mediáticas. ¿El IFE?, bien, gracias.


El Partido Acción Nacional (PAN), más sofisticado, se cuelga de las sotanas obispales para clamar, con eco vacío, por la unión de las familias. La ultraderecha, cobijada por el gobierno de Calderón y el clero político, “quiere tener una mayor incidencia y conformarse en un partido” y, dice, “defenderá enérgicamente la vida y la familia desde las legislaciones” —¡no me defiendas compadre!—; ¿para qué cree usted que regresó Manuel Espino a la dirigencia del PAN?


El PRI, el PRD y los demás, agazapados, esperan el momento oportuno para lanzarse al viento con novedosas y costosas “genialidades” mediáticas para atraer la atención ciudadana, ganarse su confianza, obtener su voto y, una vez teniéndolo en su mano, olvidarse de las promesas, como siempre. ¡Para qué es creído!, dirán…


Llevamos alrededor de siete décadas de elecciones populares, después de que el Congreso o los golpes de Estado, durante más de un siglo, eran quienes nombraban a los presidentes de la República Mexicana. No hemos aprendido a ejercer nuestros derechos ciudadanos.


¿Hasta cuándo?