Reynaldo Mota Molina
Los senadores acaban de recibir un verdadero baño de lodo; lodo del que están hechos y lodo en donde construyeron su flamante nueva sede sobre el Paseo de la Reforma de la ciudad de México, la cual fue edificada en un predio con graves fallas geológicas, fango y arcilla mezclados con agua: —“es como construir en el mar”— dijo uno de los constructores. El dueño de dicho terreno en donde se ubicaba el Cine Roble, derruido desde el sismo de 1985, el español Gabriel Escarret Meliá, propietario de la cadena mundial de hoteles Meliá, advirtió oportunamente que en dicho suelo sólo podría construirse un edificio de no más de cuatro pisos. El certificado para uso del suelo correspondiente (CE4380/97, folio 8430), expedido por la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda del Distrito Federal, autoriza hasta seis pisos, sin embargo, dicha sede consta de catorce pisos, en cuya estructura se utilizaron 16 mil toneladas de acero. La cimentación de 50 metros de profundidad no garantiza en forma alguna la estabilidad del edificio según análisis científicos extranjeros. ¿Será cuestión de esperar el próximo sismo…? Por lo pronto el Salón de Plenos está inundado desde el aguacero de la semana pasada y existen un buen número de fallas de distinto orden que han obligado a los geniales legisladores a sesionar en la vieja casa de Xicotencatl.
Los senadores acaban de recibir un verdadero baño de lodo; lodo del que están hechos y lodo en donde construyeron su flamante nueva sede sobre el Paseo de la Reforma de la ciudad de México, la cual fue edificada en un predio con graves fallas geológicas, fango y arcilla mezclados con agua: —“es como construir en el mar”— dijo uno de los constructores. El dueño de dicho terreno en donde se ubicaba el Cine Roble, derruido desde el sismo de 1985, el español Gabriel Escarret Meliá, propietario de la cadena mundial de hoteles Meliá, advirtió oportunamente que en dicho suelo sólo podría construirse un edificio de no más de cuatro pisos. El certificado para uso del suelo correspondiente (CE4380/97, folio 8430), expedido por la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda del Distrito Federal, autoriza hasta seis pisos, sin embargo, dicha sede consta de catorce pisos, en cuya estructura se utilizaron 16 mil toneladas de acero. La cimentación de 50 metros de profundidad no garantiza en forma alguna la estabilidad del edificio según análisis científicos extranjeros. ¿Será cuestión de esperar el próximo sismo…? Por lo pronto el Salón de Plenos está inundado desde el aguacero de la semana pasada y existen un buen número de fallas de distinto orden que han obligado a los geniales legisladores a sesionar en la vieja casa de Xicotencatl.
Pero eso es lo de menos; lo de más, está en los fraudes que denuncia la promotora de bienes de inversión, bursatilización y corredora inmobiliaria, Mayra Correa Hernández, quien en 2001 ofrecía en venta dicho terreno por encargo de su propietario. Independientemente de las denuncias presentadas ante las autoridades competentes entre las que se cuentan diversos atentados en su contra, la promotora sostuvo una entrevista con Ramón Alberto Garza, director del semanario informativo de Internet “Reporte Índigo”, para denunciar públicamente los presuntos ilícitos que involucran a senadores de la pasada legislatura (Reporte 226 “Hace aguas el Senado”, en circulación), cuyo anticipo presentó Carmen Aristegui en su matutino de Noticias MVS el viernes 29. Los involucrados en los presuntos fraudes que refiere con detalle Mayra Correa de ese entonces son: Salvador Rocha Díaz, Diputado Federal (PRI); Mauricio Fernández Garza (Banca Confía) y exsenador (PAN), actual alcalde de San Pedro Garza García, Nuevo León; Diego Fernández de Cevallos, exsenador (PAN); Enrique Jackson, exsenador (PRI); Jesús Ortega, exsenador (PRD), Antonio Madero Bracho, intermediario.
Por la gravedad de las imputaciones el Senado de la República tendrá que investigar, además de las autoridades respectivas, y dar amplia explicación por qué se decidió precisamente por ese terreno, los pormenores de la compra-venta, el proceso de asignación de la obra, el grado de seguridad del edificio, entre otros importantes aspectos.
Como bien dice Ramón Alberto Garza: “La sede del máximo poder legislativo, de donde emanan las leyes, donde se vigila que se cumpla el estado de derecho, no puede estar cimentada en contubernios, malversaciones y presuntas corruptelas”.
Estamos al pendiente.
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