domingo, 19 de abril de 2009

CORRUPCION Y CINISMO

Por Lic. Reynaldo Mota Molina


El proceso electoral hace brotar el pus que se mantenía disimulado mientras la infección del gobierno de Felipe Calderón prosigue su deterioro corrupto. Así, Elba Esther Gordillo logra que se eche de la Secretaría de Educación Pública (SEP), en el momento preciso, a su odiada enemiga Josefina Vázquez Mota a quien no le sirvió de nada su esfuerzo por tratar de hacer algo por la educación en México. Evidentemente en los objetivos de Calderón no existe ni ha existido el interés por una buena educación para el pueblo mexicano sino únicamente la manipulación política que le garantiza la “maestra” con el poder del SNTE y el alcahuetismo del Partido Nueva Alianza (Panal) para ganar las elecciones que necesita el gobierno para afianzarse en el camino del 2012, con lo que parece ser un paso más en la preparación del fraude que viene…

Vázquez Mota resistió más allá de lo esperado las maniobras burdas de que fue objeto desde el primer momento en que le fue impuesto el yerno de Elba Esther, Fernando González Sánchez, como subsecretario de Educación Básica, cooptando las áreas esenciales de la educación: preescolar, primaria y secundaria, hasta el de cambiar una secretaría de Estado por una diputación en el Congreso.

El relevo en la SEP con Alonso Lujambio confirma lo dicho: 0 en educación. Para empezar, Lujambio no es especialista en educación pública, y lo que el país requiere es un experto en la materia que es fundamental para el desarrollo en todos los órdenes; si bien es un académico disciplinado que se desempeñó adecuadamente en los inicios del IFE y en el IFAI desempeñaba con éxito la política de opacidad que ha venido imponiendo el gobierno calderonista, tampoco tiene los arrestos para enfrentar un sindicato corrupto cobijado por el propio Felipe Calderón.

Corroboran lo anterior las primeras acciones del nuevo titular de la SEP: continuar la Alianza para la Calidad de la Educación (ACE) —a pesar del fracaso de ésta—, ratificar en su cargo al yerno de la profesora y distinguirla como “una dama”…

Esto significa que continuaremos con el monumental rezago de que solamente el 58 por ciento de los mexicanos cuenta con educación primaria.

En este mar de corrupción y cinismo otra pieza clave de la maestra se mueve con toda impunidad en el proceso electoral de Campeche, feudo de la familia Mouriño. Esto tiene que ver porque en los días previos a la toma de protesta de Mario Ávila Lizárraga como candidato del PAN a la gubernatura del estado —impuesto por el padre de Juan Camilo (†), Carlos Mouriño Atanes— el hijo mayor, Carlos Mouriño Terrazo, presidente del corporativo Grupo Energético del Sureste (GES) y Miguel Ángel Jiménez Godínez, “alfil” de Elba Esther y director de la Lotería Nacional, intentaron sobornar al Grupo Megamedia que edita los periódicos Diario de Yucatán y La I, para propaganda política del PAN que sería pagada con dinero público. “…factúralo a nombre de la Lotería Nacional”…“Soy el director de la Lotería Nacional y Juan Camilo era como mi hermano…” insistía Jiménez Godínez ante la negativa de Megamedia.

El tiro les salió mal porque, en su arrogancia, no contaban con el código de ética que rige a dichos diarios y que estos respetan —¡GARBANZOS DE A LIBRA, ENHORABUENA!—, quienes de inmediato publicaron el intento de soborno electoral y acudieron a denunciarlo a la Presidencia de la República, la Secretaría de Gobernación y al CEN del Partido Acción Nacional (PAN), encontrando como respuesta en todos los casos, solamente una actitud fría e indiferente. Ninguna sorpresa o indignación por el hecho. Total, nada.

Es evidente el interés de Felipe Calderón en Campeche debido a la importancia estratégica de Pemex así como la colusión de Elba Esther y de la familia Mouriño que seguirán utilizando la figura de Juan Camilo para ganar votos…

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