Perdón que insista en este tema, pero la agresión a nuestro patrimonio histórico es inaceptable. Considero que si unificáramos nuestro rechazo a la depredación de TEOTIHUACAN, la ciudad de los dioses, lograríamos preservar el legado de nuestros antepasados —uno de los más valiosos de la humanidad— que identifica a los mexicanos, ante el mundo, como un pueblo de gran cultura.
Si el Estado mexicano —principal depredador— en colusión con los grandes capitales, sin tener ningún derecho, quiere usufructuar esta riqueza cultural sólo porque tiene todo el poder para hacerlo, impunemente, al menos no debiera ignorar que existen modernos sistemas multimedia, iluminación y sonido para conseguir el mismo fin sin causar ningún deterioro a los monumentos arqueológicos. Para muestra, ahí las instalaciones de la pirámides de Egipto y otras zonas arqueológicas de importancia mundial.
Pero a los depredadores, en su tozudez, no les importa dañar para siempre las piedras milenarias que fueron colocadas, una a una por nuestros antepasados, hasta crear la ciudad sagrada “donde los hombres se hacen dioses”; pero esta mística es incomprensible para la irresponsabilidad de los gobernantes y “autoridades” podridas por la corrupción y la voracidad, y el sometimiento al dinero de empresarios sin patria.
Lejos de detener la depredación las obras han sido aceleradas a fin de cumplir con sus compromisos mutuos y ya se hacen pruebas de iluminación y la gradería metálica “portátil” se realiza sin descanso.
La depredación de las zonas arqueológicas nacionales —Teotihuacan, Chichen Itza, Palenque— no significará ningún beneficio para México ni, mucho menos, para los habitantes aledaños a éstas. Tampoco será un paliativo ante la crisis económica. Los turistas del mundo no se van a volcar en un país dominado por la delincuencia, la violencia y la inseguridad, la corrupción de las instituciones y la falta de garantías individuales. Esto debieran saberlo Felipe Calderón y sus coludidos para detener ¡ya! la irresponsable depredación de Teotihuacan.
En vista de que las “autoridades” han hecho caso omiso al exhorto del Congreso de la Unión y a las miles de voces que claman la suspensión de los trabajos en la zona arqueológica, trabajadores y docentes del INAH preparan una denuncia ante el Ministerio Público por afectación al patrimonio arqueológico a la que tendrán que responder Josefina Vázquez Mota, Secretaria de Educación Pública, Alfonso De Maria y Campos, Director General del INAH, Enrique Peña Nieto, gobernador del Estado de México y demás “autoridades” involucradas, independientemente de los oficios que se están girando a la UNESCO y a otros organismos internacionales en defensa del patrimonio nacional.
Con este fin y “para informar a la comunidad y al pueblo en general sobre la afectación que el proyecto de luz y sonido ocasiona en las pirámides del Sol y de la Luna”, la delegación sindical D-III-IA1, del INAH, convoca a una concentración masiva en el Museo Nacional de Antropología el jueves 15 de enero a las 10 de la mañana.
Asimismo, en la página
http://altoaladestruccionenteotihuacan.blogspot.com se informa sobre “el riesgo de destrucción irreparable y permanente, debido a la voracidad de la iniciativa privada, el gobierno federal y el estatal”.¡YA BASTA!
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