Reynaldo Mota Molina
El regateo entre los partidos políticos no se ha hecho
esperar —como ya se sabía—para obtener las mejores ventajas del botín de las
Leyes reglamentarias de las reformas constitucionales de Energía y de
Telecomunicaciones. Así el PAN mete una zancadilla al PRI, que andaban de la
mano en este negocio, utilizando una diferencia en la Ley secundaria de la
reforma político-electoral y ha dejado solo al PRI…: “Nos levantamos de la mesa de negociación de la
reforma energética hasta en tanto el PRI se quite esta intención de modificar
la ley electoral, porque fue un acuerdo y éstos se deben cumplir. Si el PRI
pretende ir a una decisión en la cual van a regresar al tema de las coaliciones
y abrir la Ley de Partidos en el artículo 87, que contempla esta disposición,
que no cuente con nosotros para la reforma energética y, como lo dijo Gustavo
Madero, nos podemos ir a septiembre o diciembre, pero en esta nosotros no
vamos”, anunció Jorge Luis Preciado Rodríguez, coordinador del PAN en el
Senado. Las coaliciones son “para que haya transferencia de votos entre
partidos políticos, lo cual ya habíamos acordado que no iba a ser así”, precisó
Preciado Rodríguez. ¡Mmmh! Esto huele a chantaje…
Resulta que el Senado de la República dio por terminado el segundo
periodo de sesiones extraordinarias sin analizar las reformas de la Ley de
Partidos aprobadas por la Cámara de Diputados.
Para darle mayor sabor al caldo los partidos que promovieron los
cambios: PRI, PRD, PVEM, PT, Movimiento Ciudadano y Nueva Alianza, anunciaron
que acudirán a la Suprema Corte (SCJN) para que sea quien resuelva el
diferendo.
El PAN ha condicionado al PRI desde el principio a aprobar la Ley
Político-Electoral antes de la reforma energética. Quiere las mejores tajadas
del pastel… que le empacha.
Como vemos, el regateo es sólo entre ellos, entre los partidos y los
políticos, con ausencia absoluta de los ciudadanos que son quienes emiten su
voto en los procesos electorales. ¿A quién le importan estos?
Ahora ni siquiera se podrá exigir la revisión de boletas electorales
porque la nueva Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, que
pasó de noche mientras todos estaban distraídos con la parafernalia del Mundial
de Futbol, establece que: “la salvaguarda y cuidado de las boletas electorales
son considerados como un asunto de seguridad nacional”; con lo que se pone fin
a todo intento de revisión de dichas boletas.
Esto demuestra que el PRI está dispuesto a perpetuarse en el poder con
la complicidad de los pequeños gusanos del Congreso que aprobaron sobre las
rodillas y casi a escondidas, en ambas cámaras, la nueva Ley.
Es decir, que fraudes como los cometidos por el PRI en 1988 y por el
PAN en 2006, dos de las elecciones más controvertidas en las que se exigió el
acceso y revisión de las boletas electorales, incluso acudiendo ante organismos
internacionales, el gobierno priista procedió a su destrucción aún estando en
litigio el acceso a dichos documentos.
Con esta nueva Ley se da punto final a la controversia debido a que los
temas de seguridad nacional son
clasificados como “reservados”. Ya no habrá posibilidad de averiguar y de saber
si hubo fraude electoral en cualquier elección popular.
Y eso que no hablamos de las elecciones del 2012 que guardan profundos,
oscuros y malolientes secretos que aún flotan en el ambiente, y estamos a unos
meses de que inicie el proceso electoral de 2015…
Para ampliar imagen dar clic en ella.