lunes, 25 de enero de 2010

POBRE DEL POBRE…

Reynaldo Mota Molina

La gran tragedia que se ha cernido sobre el pueblo de Haití nos hace evocar el desdichado refrán “pobre del pobre si al cielo no va; jodido aquí y jodido allá”. Y es que, ubicado en las Antillas Mayores de América Central, una zona geográfica caracterizada por la sismicidad y la violencia meteorológica, Haití fue habitado originalmente por las etnias arawak, caribes y taínos constituidos en una unidad política y cultural durante el periodo clásico de los mayas. A la llegada de Cristóbal Colón a la isla La Española (República Dominicana) en 1492, pasó a formar parte del imperio español. En 1517, Carlos I de España, autoriza la trata de negros y la introducción de esclavos africanos en el continente americano.

En los inicios del siglo XVII, debido al auge que había adquirido el comercio informal de los colonos criollos de la isla, que iba en contra del monopolio que pretendía el gobernador español Antonio de Osorio, ordenó la despoblación septentrional y occidental de la isla con el fin de frenar esa práctica. Con el tiempo, en las zonas despobladas se fueron asentando los bucaneros y los filibusteros, piratas ambos de origen francés. Estos poblamientos determinaron que la parte occidental de la isla fuera reclamada por Francia. En 1697, España cedió a Francia esa parte de la isla y a mediados del siglo XVIII, el Haití colonial estaba ocupado por Francia bajo un férreo y cruel sistema esclavista.

Tras un largo proceso emancipador, entre 1793 y 1802, François Dominique Toussaint-Louverture dirige con sagacidad la revolución haitiana enfrentando a españoles, ingleses y franceses, hasta su captura y muerte. En 1803, Jean Jacques Dessalines vence definitivamente a las tropas francesas y en 1804 declara la independencia de Haití, proclamándose Emperador. La gran inestabilidad política del país sirvió a Estados Unidos como pretexto para invadirlo en 1915 y ejercer así un control absoluto hasta 1934.

En 1957 fue elegido como Presidente François Duvalier, conocido popularmente como “Papá Doc”, quien gobernó cruel y dictatorialmente con ayuda militar y financiera de Estados Unidos y en 1964 se hizo proclamar presidente vitalicio. Su hijo Jean-Claude Duvalier (Nené Doc) le sucedió en 1971. En enero de 1986 una insurrección popular le obligó a exiliarse y el ejército se hizo del poder y el control mediante la formación de un Consejo Nacional de Gobierno.
Desde entonces, entre insurrecciones y golpes de estado se sucedieron una serie de gobiernos que, tras una grave crisis interna que incluyó violentos episodios, en el año 2004 culminó con la ocupación de Haití por parte de los "Cascos Azules" de la ONU. En el 2006, René Préval fue elegido presidente del país respaldado por dicha corporación internacional.

La economía de Haití generó en 2009 un PIB de solamente 6.9 mil millones de dólares y una renta per cápita de 772 dólares, lo que lo convierte en el país más pobre de todo el continente americano y uno de los más desfavorecidas del mundo. El 80% de su población vive bajo el umbral de pobreza y un 75% de ella es dependiente de un sector de la agricultura y pesca organizado en pequeñas y frágiles explotaciones.

Las devastadoras tormentas tropicales que se sucedieron a lo largo de 2008, afectaron las escasas infraestructuras de comunicaciones que, a imagen de los sectores industriales y de servicios, sufren de la carencia de inversiones sostenidas a causa de la inestabilidad y la violencia.

En estas condiciones Haití es azotado por un terremoto de 7.0 grados que tiene devastada a su capital, Puerto Príncipe, cuya población inmersa en la desgracia, el dolor, la desesperación, la miseria y el desorden, no puede recibir eficazmente la ayuda que está fluyendo de todo el mundo en una singular respuesta humanitaria y solidaria porque, simplemente, no existen las condiciones de infraestructura más elementales.

Todo esto nos está diciendo algo; nos está diciendo mucho… Dios quiere que volteemos a verlo…, tal vez por eso reclama nuestra atención, la de la humanidad entera.
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domingo, 17 de enero de 2010

LAS MANOS LIMPIAS

Reynaldo Mota Molina

Esta columna no debiera llamarse “Manos Limpias” sino “Manos de Sangre”, no porque se haya erradicado la corrupción y la impunidad del gobierno panista de Felipe Calderón, sino después de los desastrosos resultados de su “guerrita” contra el crimen organizado. Tan sólo en 24 horas —viernes y sábado 8 y 9 de enero 2010— se realizaron 69 ejecuciones en el territorio nacional relacionadas con el narco. En Ciudad Juárez, Chihuahua, la ciudad más violenta del país, fueron 26. En esta misma ciudad, durante 2009, se llevaron a cabo 2 mil 635 narcoasesinatos con saña indescriptible ante la más absoluta impunidad a pesar de la presencia del Ejército en las calles y de la Policía Federal integrada, en su mayoría, por militares de élite.

La violencia y saña inenarrables son las características de estos asesinatos que no distinguen si se trata de hombres, mujeres, niños, ancianos, nada, con tal de saldar cuentas o amenazar con los llamados narcomensajes. La deshumanización es el común denominador de esta guerra perdida por el gobierno de Felipe Calderón a pesar de los discursos políticos, las bravuconadas del secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, y del empecinamiento injustificable de Calderón que tiene metidas las manos hasta el fondo, bañadas de sangre.

En los tres años que van de su fallido sexenio, según informes del gabinete de seguridad nacional, al mes de noviembre pasado se han realizado 16 mil 500 ejecuciones y 3 mil 160 desapariciones por el crimen organizado, cifras sin precedentes en la historia de México.

A pesar de esta realidad espeluznante Calderón sigue montado en su macho: “ilusos” dice a quienes piensan que el Estado debe retirarse y detener esta matanza y el daño social que conlleva.

Por otro lado, soslaya lo más importante; es incapaz de intervenir en el patrimonio económico y financiero del crimen organizado que, “inexplicablemente”, sigue intocado y, el mar de dinero, corrupción e impunidad corroe al propio gobierno, sus instituciones y al ejército mexicano. ¿Por qué?

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lunes, 11 de enero de 2010

¿QUÉ PUEDE ESPERARSE?

Reynaldo Mota Molina


¿Qué puede esperarse de un "presidente" que no sólo se ha dedicado a engañar y a mentir sino a violar los acuerdos firmados? La más reciente de Felipe Calderón Hinojosa —que no la última, por mayor desgracia— es la violación al Acuerdo Nacional a favor de la Economía y el Empleo, suscrito por el propio Ejecutivo federal, los estatales, los congresos federal y locales, organizaciones sociales y representantes obreros y empresariales, en el cual se acordó entre todas las partes firmantes, desde enero de 2009, no aumentar los precios de las gasolinas durante todo ese año y, a pesar de esto, en diciembre pasado por sus puros "gustos", aumentó el precio de la gasolina magna y el diesel y no conforme, en enero de este año, ocho días después, nos receta otros aumentos en los combustibles y el gas que han disparado los precios, como es obvio, de la canasta básica que se compone de 42 alimentos elementales de la dieta popular, justamente, la clase social más golpeada por Felipe Calderón.

La forma dictatorial de Calderón para ejercer el poder desconoce la existencia del Congreso de la Unión; no le gusta que le digan que no o lo cuestionen y como carece de visión de Estado y sensibilidad, entre otras muchas carencias, prefiere optar por la imposición, al fin y al cabo todos se someten a sus desatinos por no perder privilegios, y quien paga es el pueblo al que tanto desprecia, que no tiene más recursos que su indignación la cual termina tragándosela.

Así, da un mensaje mediático de año nuevo tratando de justificar lo injustificable y nuevas promesas: "Este sera el a;o de la recuperacion". México contará con un seguro universal de salud al final del sexenio, y añadió, "Médicos, medicinas y hospitales para todos los mexicanos"...

Su corifeo y compinche de Hacienda, el delfín gris, Ernesto Cordero, en su comparecencia ante el Congreso no supo explicar lo el incremento de los combustibles y trató de defenderse con la sobada frase, heredada de los priístas, "fue una medida impopular, pero necesaria"… Lo que no dijo, "necesaria" ¿para quién? Para usted o para mí, definitivamente NO. Para Calderón y para el PAN definitivamente SÍ, porque el aumento de los combustibles convertido en impuestos y derechos va a dar a las arcas de Hacienda y ésta los distribuirá entre los gobiernos estatales panistas para los efectos electorales de aquí al 2012, más los que vengan. Sólo así se explica la necesidad urgente —dos aumentos a los combustibles en tan sólo ocho días— sin consultar a nadie.

Según datos de la Secretaría de Energía, México produce el 58 por ciento de las gasolinas, el resto es importado. El costo de producción es de 2.11 pesos por litro, considerando extracción de petróleo, refinación y distribución. El precio de la Magna al día de hoy es de 7.88 pesos, lo que significa que 5.77 son los impuestos indirectos y como nadie sabe cómo los gasta el gobierno federal se puede pensar que también sirven para subsidiar a las grandes empresas que, como poderes fácticos, apoyan y continuarán apoyando la permanencia del PAN en Los Pinos, mientras el ciudadano común, es decir, usted y yo, cargaremos con dichos impuestos y quienes no tienen vehículo también, al usar el transporte público. ¡La "ley de Herodes" en todo su rigor!

El "doctor Catarrito", como se le reconoce a Agustín Carstens, Ex de Hacienda y "flamante" gobernador del Banco de México, no se queda atrás y también promete impunemente: La inflación empezará su descenso hasta 2011, para buscar el objetivo de 3% del Banco de México. "En el caso de los impuestos, para el 2011 ese impacto ya no existirá, se irá desvaneciendo", pero también se cura en salud: "Si se está afectando de manera notoria la inflación que ponga en peligro la convergencia al objetivo de mediano plazo, el Banco de México sí tendría que hacer algún ajuste en tasas". ¿Entonces…?
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martes, 5 de enero de 2010

2010

Reynaldo Mota Molina

Accedemos, por fin, al 2010; un año lleno de presagios buenos y malos pero que será crucial para el país y por ende, para la vida de los mexicanos todos, pobres y ricos, en pobreza extrema y multimillonarios, conformes e inconformes, indolentes y activos; así, polarizados al extremo, arribamos al año que será definitivo en muchos y diversos aspectos.

Por principio de cuentas nos encontramos con la cascada de los nuevos impuestos al IVA y al ISR y el alza de precios que comenzaron, como lo sospechábamos, desde fines del 2009 como es el caso de la gasolina Magna —la de los pobres— y el diesel, por decisión directa de Felipe Calderón y sus compinches de Hacienda y Energía, contraviniendo el Acuerdo Nacional a favor de la Economía y el Empleo, suscrito por el Ejecutivo federal, los estatales, los congresos federal y locales, organizaciones sociales y representantes obreros y empresariales, en el cual se acordó mantener sin incrementos los precios de la gasolina durante todo ese año, sorprendiendo a todos, mientras estaban entretenidos con el espectáculo del asesinato de Arturo Beltrán Leyva. Por si fuera poco, nuevos aumentos a partir de este mes en los mismos combustibles que más repercuten en la economía popular, así como del gas, que tan sólo en los tres primeros días del año dispararon los precios del arroz, frijol, maíz, lenteja, huevo, azúcar y de otros productos de la canasta básica, hasta en un 30 por ciento.

Así mismo, los incrementos de la tortilla entre 1 y 1.5 pesos; los cigarros, cuando menos de 2 a 3 pesos; y en otras ciudades como la de México, aumentos en derechos y servicios que van desde 5.5 por ciento, como en el caso de la tenencia vehicular, al cien por ciento en parquímetros y el impuesto sobre hospedaje, hasta más del 300 por ciento en el agua potable, más la tarifa del “metro” de 2 a 3 pesos. Simplemente con los elementos enunciados, el raquítico incremento del salario mínimo de 2.6 pesos, ha quedado completamente avasallado.

En cuestiones electorales este año también es decisivo respecto a la elección presidencial del 2012: Se renovarán diez gubernaturas de las cuales 7 están ocupadas por el PRI, 2 por el PAN y 1 por el PRD, lo que presagia una batalla cruenta entre el empoderado PRI y el bunker creado por Felipe Calderón —eje SHCP-BANXICO, Cédula de Identidad Ciudadana, alianzas con Elba Esther Gordillo y los poderes fácticos que lo sentaron en la silla presidencial incluyendo a Televisa, el Ejército, la Armada de México y la Policía Federal—.

El gobierno derechista y conservador de Felipe Calderón “celebrará” el bicentenario de la Independencia de México y el centenario de la Revolución Mexicana, es decir, dos movimientos armados que se alzaron en sus respectivos momentos en contra del conservadurismo esclavizador apoyado por el clero. Como estos movimientos queman las conciencias del gobierno calderonista, se habla de que se dará a la empresa Walt Disney la caracterización de dichos eventos centenarios trascendentales de la vida de México. De ser así, será una demostración más del circo sin pan de Calderón.

Prueba de ello es que, según datos del Inegi, la cifra de desempleados a mediados del año pasado era de 2.8 millones y, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en la última medición realizada en 2008 el porcentaje de pobres alcanzaba ya el 81 por ciento de la población total, es decir, que sólo el 18 por ciento tienen ingresos suficientes para vivir. Las principales carencias de la población a nivel nacional son la seguridad social y los servicios de salud. ¿Y la educación?, bien, gracias.

En su fallida “guerra” contra el crimen organizado Felipe Calderón considera “ingenuos” a quienes pretenden que el Estado se retire en virtud de los resultados contraproducentes obtenidos, en tanto los Beltrán amenazan a Calderón: “Es el principio de la guerra…”.

Como nos es imposible perder el espíritu optimista y la Fe le deseamos sinceramente, amable lector, que tenga un año venturoso pleno de realizaciones, salud y trabajo.

Le invitamos a ver la Edición Especial 2010: La tercera revolución, de Índigo Media. Dé clic en el enlace Reporte Índigo.
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